Dossier especial: Venezuela, elecciones 2013

Publication date: 03/2013

Maduro asumió la presidencia arropado por sus socios de UNASUR y ALBA

El pasado 19 de abril de 2013 Nicolás Maduro juramentó la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela tras haber sido proclamado vencedor de las elecciones celebradas el 14 de abril por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela. Según el CNE, Henrique Capriles, principal candidato opositor logró 7.361.512 votos (49,12%) frente a los 7.586.251 votos para Maduro (50,61%) lo que representa una diferencia de apenas 1,49% o 224.739 votos. La participación ciudadana fue del 79,69%, ligeramente inferior a la registrada en las últimas elecciones presidenciales. La estrecha diferencia de Maduro frente a Capriles fue la sorpresa de la contienda electoral y el líder de la oposición no reconoció el resultado oficial de las elecciones y exigió que se recuenten los votos al 100%. Tras la sorpresa inicial por la rápida erosión del enorme capital político heredado de su mentor a pesar del estrecho margen que permitió una campaña de apenas 10 días, Maduro se declaró contrario a la revisión de los resultados de las votaciones alegando que es un sistema electoral calificado como de gran fiabilidad por los organismos internacionales.

Por su parte la oposición alegó que el estrecho margen y algunas irregularidades detectadas exigen una revisión excepcional y animó a sus seguidores a movilizarse para reclamar un nuevo conteo. Le siguió una llamada del oficialismo a tomar las calles que derivó en nuevos episodios de violencia sumados a la inseguridad endémica que se sufre a diario en las calles de Caracas. Sin resolver el tema del recuento, Maduro juramento a los cinco días de la elección. Esta rápida transición acabó con un periodo de interinidad que se prolongó durante la enfermedad rodeada de secretismo en los meses en que Hugo Chávez, fue sometido a tratamientos en Cuba en su batalla contra el cáncer. En el transito de las sucesivas ausencias, Maduro fue perfilándose como el delfín frente a otros posibles sucesores.

Maduro ocupó temporalmente la presidencia tras el anuncio del fallecimiento de su antecesor el 5 de marzo, merced al aval por parte del Tribunal Supremo de Justicia de una controvertida interpretación de la Constitución que permitió dar por asumida la presidencia del desaparecido mandatario sin necesidad de juramentación. De esta forma prevaleció la voluntad de Chávez, que designó a Maduro como su sucesor antes de partir hacia Cuba para su última y letal intervención quirúrgica, sobre una lectura más literal de la Constitución según la cual ante una “falta absoluta” del presidente asumiría el presidente de la Asamblea Nacional, cargo ocupado por el exvicepresidente Diosdado Cabello.

El presidente Nicolás Maduro, de 50 años, fue desde su juventud un activista político del espectro marxista que recibió formación política en La Habana antes de regresar a Venezuela, donde se incorporó a los movimientos sindicales del transporte público. Desde allí se solidarizó tempranamente con los participantes en el fracasado movimiento golpista encabezado por Chávez en 1992 contra Carlos Andrés Pérez pasando a engrosar el grupo de los que reclamaron su excarcelación y posteriormente participó en la fundación del movimiento político V República con el que el exmilitar llegó al poder por las urnas en 1998. Desde entonces Maduro ocupó casi ininterrumpidamente las más altas responsabilidades y de manera notable ejerció como Canciller a partir de 2006, cargo que ocupó por más de 6 años, en los que trabajó por extender la red internacional de alianzas bolivarianas, incluyendo el ALBA, UNASUR o la CELAC y estrechando las relaciones con Cuba. También trabajo para fortalecer las relaciones con China, Rusia, Irán o incluso con el malogrado ex mandatario Coronel Gadafi y fue el encargado de defender posiciones claramente anti-estadounidenses en foros como la ONU o la OEA.

Estas alianzas han sido claves para el rápido y cerrado apoyo de dichos países y organismos al heredado liderazgo de Maduro durante la campaña electoral y al rápido reconocimiento de su victoria nada más anunciarse los resultados electorales. En frente, hubo algunas llamadas a favor del recuento de organizaciones como la OEA y posturas mas tibias expresadas desde Europa o Estados Unidos que fueron calificadas por el gobierno como injerencias imperialistas. En contrapartida, una reunión extraordinaria de UNASUR previa a la ceremonia oficial de toma de posesión de Maduro le dio total respaldo al tiempo que llamaba a un respeto de los resultados y aconsejaba un ejercicio de transparencia para despejar cualquier posible irregularidad, pero sin dejar resquicio al cuestionamiento al resultado final. Maduro aceptó hacer una revisión técnica del recuento de actas y al acto de toma de posesión acudieron una buena parte de los mandatarios regionales junto a casi 50 delegaciones internacionales con distinto grado de representación. 48 horas más tarde, el 21 de abril, Maduro nombró a su gabinete ministerial de marcado corte continuista ya que mantuvo a 18 de los ministros del último gobierno de Hugo Chávez. El 26 de abril siguiente el Presidente Nicolás Maduro, el canciller Elias Jaua y el ministro de Petróleo y Minería Rafael Ramírez viajaron a La Habana para sellar la continuidad de la alianza bolivariana y firmar acuerdos de colaboración.

El candidato opositor Henrique Capriles, de 40 años, repitió como candidato opositor tras ser vencido por Chávez en los anteriores comicios por más de 10 punto de diferencia. Tras primera su derrota Capriles concurrió a las posteriores elecciones a gobernadores de diciembre de 2012 y venció en el Estado de Miranda al anterior vicepresidente chavista Elias Jaua, igual que antes había vencido a Diosdado Cabello. Así, de los últimos vicepresidentes de Chávez, Maduro es el único al que Capriles, según los datos oficiales, no logró vencer. Sin embargo, sí consiguió arrastrar el descontento de un importante sector que ha hecho tambalear la tradicional mayoría chavista que avalaba el proceso revolucionario bolivariano. Estos cambios en el electorado obligan al actual gobierno a abordar medidas de reforma que traten de recobrar a un creciente sector de la población que está descontento ante la creciente inflación, el desabastecimiento de productos básicos, las dificultades económicas que han obligado a sucesivas devaluaciones y la inseguridad ciudadana.

Este dossier tiene como objetivo informar sobre el desarrollo y resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela de 2013 desde una perspectiva plural y ofrecer análisis y opinión seleccionados de fuentes nacionales e internacionales. Se incorpora también información actualizada sobre el país a través de informes y documentos de fuentes y organismos diversos.

PRODUCCIÓN CIDOB: Anna Ayuso , Rafael Duque, Roberto Ortiz de Zarate, y Silvia Serrano.

Última actualitzación: 15 de mayo de 2013