Eric Adams

La elección del 2 de noviembre de 2021 a la Alcaldía de la Ciudad de Nueva York fue ganada con una amplia mayoría por el demócrata Eric Adams. Autopromocionado como el "candidato del pueblo" y un paradigma del "sueño americano" hecho realidad, este antiguo capitán del Departamento de Policía (NYDP, el mayor de Estados Unidos) y hasta ahora presidente del distrito de Brooklyn retiene para su partido el Gobierno municipal de la ciudad más populosa de Estados Unidos, en los últimos ocho años dirigida por Bill de Blasio. El 1 de enero de 2022 Adams, que exhibe un historial de activista antirracista, inaugura su mandato con un plan de gestión guiado por la "eficiencia", la "eficacia" y la "equidad". Sus promesas fundamentales son reparar las brechas sociales y económicas que la COVID-19 (motivo de más de 35.000 fallecimientos hasta ahora, mientras la propagación exponencial de la variante Ómicron pulveriza los anteriores records de positivos diarios) ha agrandado en la comunidad, así como enfrentar con mano firme la inseguridad ciudadana por el fuerte aumento de la violencia con armas de fuego. En julio de 2021 esta crisis, indisociable de la sanitaria, llevó al entonces gobernador del estado, el también demócrata Andrew Cuomo, a declarar la primera "emergencia por desastre" por tal causa en la historia de Nueva York. Adams es también, luego de David Dinkins (1990-1993), el segundo alcalde negro de la Gran Manzana.


En su campaña electoral, Eric Adams, siempre sonriente y optimista, ha dado relieve a sus orígenes humildes en Brooklyn y Queens, como el hijo de una familia pobre de seis hermanos a la que sacó adelante una madre que limpiaba casas y que vivía bajo el temor de ser desahuciada por el impago del alquiler. Según sus propias palabras, en su infancia conoció lo que era habitar un piso con ratas y depender del banco de alimentos. También, sufrió en sus carnes la brutalidad policial. Se trató de un episodio de maltrato físico vivido a los 15 años junto con uno de sus hermanos en la Comisaría del Distrito 103 y que se produjo tras ser detenido por un allanamiento de morada con robo, cometido durante sus correrías como pequeño delincuente juvenil. Como delata en su web, a Adams, "en lugar de ceder a la ira", aquella experiencia en particular, en el contexto de una vida de penurias y "dolor", le convenció de la necesidad a hacerse agente del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), movido por la determinación de "cambiar" la institución "desde dentro". 

Tras obtener la libertad condicional, el adolescente dejó el pandillismo callejero y se concentró en sus estudios escolares y más tarde superiores, costeados con una serie de trabajos auxiliares. En 1978 completó el bachillerato en la Bayside High School de Queens y después se cualificó como especialista en procesamiento de datos por el New York City College of Technology. Posteriormente, añadiría a su currículum formativo los títulos de Bachelor of Arts en Justicia Penal, impartido por el John Jay College of Criminal Justice, y un Master of Public Administration, cursado en el Marist College.

En 1984 Adams obtuvo la graduación en la Academia del NYPD con altas calificaciones. Años después también ingresaría en el cuerpo un hermano menor, Bernard. Para Eric, fue el arranque de 22 años de servicios en los cuerpos policiales de Nueva York, donde llegaría a capitán. Inicialmente adscrito a la New York City Transit Police, un cuerpo independiente, en 1995 pasó a servir propiamente en el NYPD cuando la Policía de tráfico fue reintegrada a la estructura del Departamento, del que había sido desgajada en 1949. 

También en 1995, Adams estuvo entre los fundadores de 100 Blacks in Law Enforcement Who Care, grupo civil de presión política y recaudación de fondos que junto al Grand Council of Guardians, del que por unos años fue presidente, hizo vigorosas campañas para concienciar sobre las situaciones de abuso y racismo en el NYPD, y para reclamar una reforma de la justicia penal. Estas actividades parapoliciales y sociales de Adams suscitaron controversia, al tratarse él de un oficial del mismo Departamento al que criticaba con vehemencia. Mientras de paisano defendía los derechos civiles de las personas de color e incluso instruía a los jóvenes negros sobre cómo comportarse en caso de ser arrestados, el agente, uniformado, combatía el crimen en su ciudad, vigilando las calles con el chaleco antibalas o rastreando los delitos mediante un novedoso sistema computerizado que ayudó a poner en marcha. Cuando los atentados del 11-S, Adams, por aquella época teniente destinado en la Comisaría 88 de Brooklyn, se desplazó con urgencia al World Trade Center y participó en la dirección del dispositivo policial que perimetró la zona cero tras el colapso de las Torres Gemelas.

El intenso activismo social preludió el salto a la política. Ya en 1994, siendo todavía agente de la Transit Police, Adams se presentó sin éxito a la primaria del Partido Demócrata para la definición de la candidatura al escaño de congresista de Estados Unidos por el Distrito 11 de Nueva York. Al parecer, desde un primer momento se ilusionó con la ambición de convertirse, algún día, en el alcalde de su ciudad, continuando la senda abierta en 1990 por el afroamericano David Dinkins. Entre 1997 y 2001 estuvo afiliado al Partido Republicano. Después, volvió con los demócratas y no se privó de realizar comentarios críticos con la gestión del alcalde republicano desde enero de 2002, Michael Bloomberg. 

En 2006 Adams colgó su uniforme con los galones de capitán para candidatear al Senado de Nueva York por el 20 Distrito del estado, correspondiente a Brooklyn. Salió electo y en enero de 2007, con un mandato inicial de dos años, tomó posesión de su escaño en la Legislatura Estatal de Albany, donde entre otros cometidos presidió el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara alta. De personalidad expansiva y locuaz, el senador se hizo notar por su compromiso con un mejor futuro para los jóvenes negros de las vecindades marginales donde proliferaban las armas de fuego y las drogas, y por sus puestas en escena un tanto extravagantes. Fue asimismo un detractor de la controvertida práctica policial, actualmente en desuso en el NYPD pero generalizada hasta los años 2012-2013, de las paradas en la calle para su interrogatorio y cacheo (stop-and-frisk) de personas, por lo general jóvenes negros y de otras minorías raciales, sospechosas de portar armas u otros objetos ilegales.

En noviembre de 2013, cuando ya iba por su cuarto mandato consecutivo en el Senado neoyorquino, Adams resultó elegido presidente de Brooklyn, uno de los cinco distritos (boroughs) de la NYC, siendo los otros cuatro El Bronx, Manhattan, Queens y Staten Island. Primer afroamericano en desempeñar el cargo, desde el 1 de enero de 2014, en noviembre de 2017 consiguió la reelección y justo tres años después, el 18 de noviembre de 2020, anunció su candidatura a la Alcaldía. En julio de 2021 el antiguo policía se impuso por la mínima en la primaria municipal del Partido Demócrata, donde desplazó entre otros a Kathryn Garcia, comisionada de Sanidad de la NYC, y Maya Wiley, abogada de derechos civiles y abanderada del ala izquierda del partido, quien contaba con el respaldo de la influyente congresista Alexandria Ocasio-Cortez, socialista declarada. Por último, en noviembre, tras conseguir forjar una red de apoyos con la participación de múltiples colectivos profesionales y estratos sociales en toda la escala de la renta, Adams le ganó la partida a su adversario republicano Curtis Sliwa, fundador y director de la ONG de patrulleros comunitarios Guardian Angels, con un contundente 67% de los votos.

En su propaganda de campaña, Adams se describe como un intendente que "luchó incansablemente para hacer crecer la economía local, invertir en las escuelas, reducir la desigualdad, mejorar la seguridad pública y abogar por políticas inteligentes y un mejor gobierno que cumpla con todos los neoyorquinos". Su programa para la gestión de una megápolis de cerca de nueve millones de habitantes censados parte de este bagaje de 15 años en el Senado estatal y al frente del Distrito de Brooklyn.

Así, Adams, al que los observadores no dudan en situar en el ala conservadora del Partido Demócrata por sus reproches a las facciones de la izquierda, su distanciamiento del movimiento Black Lives Matter y su proximidad al mundo empresarial, incide en un "cambio estructural" y en una "administración inteligente" desde el Ayuntamiento, con los fines de eliminar ineficiencias, digitalizar en mayor medida la atención ciudadana y superar inequidades en la prestación de servicios. El alcalde electo habla de ajustar los presupuestos deficitarios "sin afectar a los servicios públicos" y de priorizar el gasto disponible en programas, servicios y contratos que ayuden a reducir las desigualdades sociales y las disparidades de renta, realidades estas últimas que la COVID-19, recuerda, no ha creado, aunque sí ha agravado mucho. 

Dentro de esta estrategia de regeneración integral en medio de una "devastación económica", Adams propugna "construir puentes y alianzas" entre los líderes del emprendimiento privado y el tejido laboral de los barrios alejados de las grandes áreas de negocios, contribuyendo de esta manera a restituir los cientos de miles de empleos que la pandemia ha destruido y a integrar a la clase trabajadora con bajos ingresos, mujeres, negros e hispanos en particular, en la creación de nuevas pymes. Paralelamente, la NYC movilizará más ayudas y subvenciones a las familias en apuros, bajará los impuestos a los pequeños negocios hosteleros, invertirá en la economía verde y atraerá start-ups de valor añadido. Otras actuaciones de su plan se centran en la educación, la sanidad y la vivienda asequible, problema este último críticamente acuciante por el precio desorbitado de los alquileres, la multiplicación de las órdenes de desalojo de inquilinos morosos y los desahucios hipotecarios, y el incremento alarmante del número de personas sin hogar.

El antiguo capitán de policía es enfático sobre que hay que atajar la ola de violencia e inseguridad que golpea Nueva York, según él una "crisis sin precedentes que amenaza con deshacer el progreso que hicimos en la lucha contra el crimen". Lejos de apuntarse a las iniciativas municipales, exigidas desde el BLM, los Antifa y otros movimientos radicales –y que han calado en sectores de la izquierda demócrata-, de desfinanciar las fuerzas policiales o incluso de desactivarlas, Adams quiere dotar al NYPD con más recursos para combatir los delitos al alza y la proliferación de pistolas en las calles. Los cambios previstos incluyen "reinventar" la unidad anticrimen que en el pasado protagonizó, vistiendo ropas de paisano y antes de ser desmantelada por de Blasio, la polémica práctica del stop-and-frisk. Este anuncio de intenciones ya ha costado a Adams las reacciones de cólera e incluso la amenaza con "revueltas, fuego y derramamiento de sangre" por parte de algunos cabecillas exaltados del BLM.

El nuevo alcalde recalca que su reformulación del NYPD apuesta mucho por la eficiencia, la tecnología y la habilidad psicológica de los "buenos agentes" que asumirán la delicada tarea de requisar armas a los "chicos malos" de los barrios, amén de que toca acometer una "verdadera reforma policial a través de la diversidad y la transparencia". Él "comprende" que, tras las masivas protestas y disturbios provocados por el homicidio de George Floyd en 2020 en Minneapolis, una "crisis de confianza en nuestra Policía" se haya instalado en la sociedad. No obstante, advierte que "el debate en torno a la Policía se ha reducido a una opción falsa: que o estás con ella o estás contra ella". "Eso", explica Adams, "es simplemente equivocado, pues todos estamos a favor de la seguridad. Necesitamos al NYDP, solo necesitamos que sea mejor", arguye.

Como alcalde electo, Adams ha ratificado las disposiciones de Bill de Blasio sobre la obligatoriedad de la vacuna del SARS-CoV-2 para todos los funcionarios municipales y también los trabajadores del sector privado, unas medidas que sumadas no tienen precedentes en Estados Unidos. Él, incluso, se muestra partidario de imponer la vacuna a los escolares, en añadidura. Asimismo, Adams acoge con entusiasmo el lanzamiento, de manera oficial el 10 de noviembre y siguiendo los pasos de Miami, de la primera criptomoneda de Nueva York, el NYCCoin, cuya adquisición y minería ya están disponibles en la plataforma CityCoins. El Ayuntamiento ingresará el 30% de los ingresos que generen la minería y la comercialización de la criptodivisa exclusiva de la ciudad. Por último, de entre la relación de nombramientos dada a conocer por Adams destaca la elección de una mujer, Keechant Sewell, jefa de detectives del condado de Nassau, para encabezar el NYPD, que desde su creación en 1845 solo ha tenido superintendentes o comisionados varones.

(Cobertura informativa hasta 1/1/2022)