Migraciones, elecciones y la Unión Europea de mañana
La inmigración es uno de los temas clave de las próximas elecciones europeas. De hecho, como nos explican Krastev y Leonard (2024), la migración es una de las cinco «crisis existenciales» que actualmente preocupan al electorado europeo, junto con la crisis económica, climática, sanitaria y de seguridad. Según dichos autores, el resultado de las elecciones de junio estará determinado más por estos temores que por el eje ideológico derecha-izquierda.
Lo que sorprende de la cuestión de la inmigración, en comparación con las demás crisis, es su prominencia en el debate político, hasta el punto de que, en varios contextos nacionales, las elecciones europeas han llegado a plantearse como un referéndum sobre dicha cuestión. Jordan Bardella, mano derecha de Marine Le Pen y número uno en la lista del Reagrupamiento Nacional, lo dejó muy claro en el mitin que abrió su campaña electoral: «Es evidente que [estas elecciones] constituyen un referéndum contra la sumersión migratoria» (Bassets, 2024).
La fuerza del discurso antinmigración
Reflexionar acerca de la importancia del tema migratorio en el debate político lleva también a interrogarse acerca de las causas de un discurso político que es fundamentalmente hostil hacia la inmigración. La cuestión se hace aún más intrigante si se considera el peso electoral del tema migratorio: un peso significativo, pero aun así relativo e inferior al de otras crisis, siguiendo a Krastev y Leonard. El desconcierto aun es mayor si se tiene en cuenta la contribución de la población inmigrante a la sociedad europea y a sus estados miembros, por ejemplo, en términos demográficos (frenando el proceso de envejecimiento de la población), económicos (satisfaciendo la demanda de sectores específicos del mercado) y de bienestar (a través de contribuciones fiscales netas) (Kancs and Lecca 2017 y OECD, 2022).
Aceptando que la migración es un debate fundamental para entender el contexto político europeo, es necesario plantearse dos cuestiones: ¿por qué la inmigración es tan determinante en el debate político?, y ¿por qué se habla tanto y tan mal de la inmigración?
La respuesta radica en una pluralidad de razones. Abordarlas permite abrir una reflexión profunda, que va más allá del presente contexto electoral y plantea interrogantes sobre el futuro de la Unión Europea (UE).
La primera razón tiene que ver con el ascenso del populismo de derecha y derecha radical, que ha hecho de la lucha contra la inmigración su principal caballo de batalla propagandístico y electoral. En pocas palabras: se habla tanto y tan mal de la inmigración porque ha aumentado el peso político e institucional de quienes apostaron por ese discurso. En el tablero político europeo, esta tendencia se manifiesta en el crecimiento del partido de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) y del de Identidad y Democracia (ID), y de los grupos que llevan el mismo nombre en el Parlamento Europeo. Estos partidos y grupos parlamentarios comparten el mismo discurso antiinmigración, construido sobre el miedo a la desaparición de la identidad nacional y forjado en la lógica del nosotros contra ellos. Según las últimas encuestas (Cunningham et al. 2024, Garsha 2023), CRE e ID juntos podrían convertirse en la segunda fuerza política del hemiciclo. Los logros de ID vendrían del Partido por la Libertad de los Países Bajos, que sigue creciendo tras su victoria en las elecciones nacionales, y del S. O. S. Rumanía, que podría conseguir dos escaños. Esto lo convertiría en el tercer grupo parlamentario. Por otro lado, si Fidesz, en Hungría, finalmente decidiera unirse al CRE, partido que preside Giorgia Meloni, su grupo en el Parlamento Europeo podría beneficiarse de 18 escaños más. A día de hoy, los partidos de derecha radical lideran las encuestas en países como Austria, Italia, Francia y Polonia, y se esperan resultados significativos también en Alemania, España, Portugal y Suecia.
La segunda razón, estrechamente vinculada a la primera, tiene que ver con la atención que recibe quien habla (tanto y mal) de inmigración, y entronca con la relación perversa que une la política y los medios de comunicación. Lo explica muy claramente Ruth Wodak, una de las voces más reconocidas en el ámbito académico acerca del discurso político sobre la inmigración, en su libro La Política del Miedo. En los tiempos de la media-democracy
—en que las palabras valen más que los hechos, y el funcionamiento político de la democracia está cada vez más sujeto a la performance individual, mediáticamente atractiva— el discurso antinmigración se impone en los medios de comunicación a través de un mecanismo perverso. Frente a un mensaje racista o xenófobo de un representante político, los medios de comunicación están en jaque: si, por un lado, deciden no informar, podrían ser percibidos como si lo estuvieran censurando; si, por otro, deciden informar, inevitablemente acaban contribuyendo a su difusión. Esto permite a los partidos populistas de derecha radical marcar la agenda y distraer a los medios de comunicación y al público de otras cuestiones importantes (Wodak, 2015).
La tercera razón arraiga en uno de los rasgos característicos de las democracias occidentales del siglo xxi, que conecta el ascenso de los partidos de derecha radical con las políticas de identidad. Gennaioli y Tabellini (2023) lo describen muy bien en un artículo reciente centrado en el caso estadounidense. Estos autores demuestran cómo la metamorfosis de la identidad social del electorado, de la clase a la cultura, explica, por un lado, el aumento del conflicto acerca de las cuestiones identitarias entre votantes y entre partidos, y, por otro, la simultánea atenuación del conflicto político sobre las cuestiones de equidad (a pesar del aumento de la desigualdad). En pocas palabras, en las urnas, la ciudadanía concede cada vez más importancia a las cuestiones identitarias y culturales en comparación con las económicas y de clase. Este cambio en la demanda electoral se ha reflejado en la oferta política de los partidos en términos de programas y propaganda. Es en el paso de las políticas de redistribución del siglo xx a las políticas de reconocimiento del siglo xxi —para decirlo en palabras de Nancy Fraser (1997)— que el discurso antinmigración se reafirma como un elemento central y necesario de la contienda política. El ascenso casi simultáneo de Donald Trump en EE. UU., del Brexit en el Reino Unido, de Marine Le Pen en Francia y de Matteo Salvini en Italia ilustra claramente el alcance de este proceso, así como su carácter estructural.
La última razón concierne a la falta de oportunidad política de un discurso alternativo sobre la inmigración y tiene que ver tanto con las dinámicas del tradicional eje derecha-izquierda, como con la relación entre los viejos partidos mainstream y los nuevos partidos populistas de derecha radical. Gennaioli y Tabellini, en el estudio citado, nos explican el primer aspecto. Otra consecuencia del cambio en la identidad social de los votantes, de la clase a la cultura, es el realineamiento de los electores de clase baja de la izquierda a la derecha. Por un lado, esta nueva demanda electoral identitaria y nativista representa un incentivo para que los partidos de derecha movilicen un discurso antinmigración para captar a las clases bajas; por otro, inevitablemente, representa un desincentivo para los partidos de izquierda para promover un discurso alternativo, por el riesgo de perder ascendencia sobre el mismo electorado. En pocas palabras, si el enfrentamiento entre civilizaciones reemplaza la lucha de clases, para los partidos de izquierda se vuelve problemático avanzar con discurso y políticas alternativas sobre la cuestión migratoria.
Finalmente, los partidos de derecha radical tienen un efecto llamada sobre los partidos mainstream (especialmente aquellos que orbitan entre el centro y el centroderecha), atrayéndolos hacia posiciones similares en materia de inmigración. Kyung Joon (2015) precisa los detalles de esta dinámica analizando la evolución de los principales programas políticos en 16 países europeos durante tres décadas entre los siglos xx y xxi. Pero para darse cuenta de ello, es suficiente ver algunas de las últimas declaraciones de los exponentes del Partido Popular Europeo. «Nuestra identidad nacional está abierta, pero no a la venta» decían a principio de marzo, anticipando un giro restrictivo en materia migratoria con el objetivo de frenar la fuga de votos hacia los partidos de derecha radical (Sahuquillo, 2024). Ya sea desde la izquierda o desde el centroderecha, el camino que lleva a un discurso alternativo sobre la inmigración es un callejón sin salida.
Consecuencias del resultado electoral
Después de las próximas elecciones, las voces populistas de la derecha radical se oirán con más contundencia que en cualquier otro momento desde las primeras elecciones directas al Parlamento Europeo en 1979 (Cunningham et al. 2024). Los sondeos no parecen dejar dudas al respecto. El ascenso de la derecha, reflejado en el aumento de ID y CRE, ocurrirá a expensas de todos los partidos restantes que, en mayor o menor medida, verán reducida su representación parlamentaria. El desplazamiento hacia la derecha del baricentro ideológico del Parlamento anticipa la consagración e institucionalización del discurso antinmigración.
Las consecuencias de este resultado electoral, sin embargo, no se producirán solo a nivel de discurso, sino también de políticas concretas. En el campo migratorio, será crucial ver cómo la configuración parlamentaria se reflejará en el ámbito de las libertades civiles, la justicia y los asuntos de interior, donde las limitadas mayorías de centroizquierda de hoy podrían ser sustituidas mañana por una mayoría de la derecha populista formada por PPE, CRE e ID. Este cambio podría tener repercusiones cruciales en la gobernanza migratoria europea, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los migrantes y la protección de sus derechos fundamentales, como el derecho de asilo.
Hasta el día de hoy, la evolución de la gobernanza migratoria europea ha sido un lento pero inexorable camino hacia el proyecto de la Europa-fortaleza. A lo largo de este camino, las fronteras europeas se han vuelto más inaccesibles, las rutas migratorias se han hecho más peligrosas, y la seguridad de la ciudadanía europea se ha perseguido, cada vez más descaradamente, a costa de los derechos y la vida de las personas migrantes. El impacto de la derecha radical en este proceso ha sido evidente, marcando el debate político y la agenda programática en materia migratoria en los términos de una contraposición excluyente entre nosotros (europeos) y ellos (migrantes). Sin embargo, en buena medida, ha sido un impacto indirecto, es decir, ejercido desde el creciente poder en las asambleas nacionales.
A partir del 9 de junio, si se confirman las previsiones electorales, este impacto podría ser también directo, es decir, ejercido desde el propio Parlamento y las demás instituciones europeas. Esto significará probablemente un giro aún más restrictivo en las políticas migratorias y de asilo, por ejemplo, con la externalización de los procedimientos de protección internacional a países terceros (como el reciente acuerdo firmado por Italia con Albania) y el abandono definitivo de soluciones alternativas, como nuevos canales de acceso regular a la UE. En pocas palabras, significará otro paso adelante hacia la Europa-fortaleza y un paso atrás en la Europa de los derechos.
Referencias bibliográficas
Bassets, Marc. «Le Pen plantea las elecciones europeas como un referéndum sobre la inmigración». El País, 3 de marzo de 2024. [Fecha de consulta 20.03.2024] https://elpais.com/internacional/2024-03-03/le-pen-plantea-las-elecciones-europeas-como-un-referendum-sobre-la-inmigracion.html
Cunningham, Kevin et al. «A Sharp Right Turn: A Forecast For The 2024 European Parliament Elections». European Council on Foreign Relations, 523, 2024. [Fecha de consulta 20.03.2024] https://ecfr.eu/wp-content/uploads/2024/01/A-sharp-right-turn-A-forecast-for-the-2024-European-Parliament-elections-v4.pdf
Fraser, Nancy. Justice Interruptus: Critical Reflections on the «Post-Socialist» Condition. New York: Routledge, 1997.
Garsha, Mingo. «EU Parliamentary Projection: Le Pen’s Right-Wing ID Rises to Third Place». Europe Elects, 2023. [Fecha de consulta 20.03.2024] https://europeelects.eu/2023/12/30/december-2023/
Gennaioli, Nicola y Tabellini, Guido. «Identity Politics». Working Paper n.º 693, Working Paper Series IGIER – Università Bocconi, 2023. [Fecha de consulta 20.03.2024] https://repec.unibocconi.it/igier/igi/wp/2023/693.pdf
Kancs, d’Artis y Lecca, Patrizio. «Long-term Social, Economic and Fiscal Effects of Immigration into the EU: The Role of the Integration Policy». JRC Working Papers in Economics and Finance, 2017/4. [Fecha de consulta 20.03.2024] https://ec.europa.eu/futurium/sites/futurium/files/jrc107441_wp_kancs_and_lecca_2017_4.pdf
Krastev, Ivan y Leonard, Mark. «A crisis of one’s own: The politics of trauma in Europe’s election year». European Council on Foreign Relations,521, 2024. [Fecha de consulta 20.03.2024 https://ecfr.eu/wp-content/uploads/2024/01/A-crisis-of-ones-own_The-politics-of-trauma-in-Europes-election-year-v2.pdf
Kyung Joon, Han. «The Impact of Radical Right-Wing Parties on the Positions of Mainstream Parties Regarding Multiculturalism». West European Politics, 38:3, 557-576, 2015. doi: 10.1080/01402382.2014.981448
OECD. «The Contribution of Migration to Regional Development, ECD Regional Development Studies», Organisation for Economic Co-operation and Development. París: OECD Publishing, 2022. https://doi.org/10.1787/57046df4-en
Sahuquillo, María R. «El Partido Popular Europeo endurece su discurso para frenar la fuga de votos a la extrema derecha». El País, 6 de marzo de 2024. [Fecha de consulta 20.03.2024] https://elpais.com/internacional/2024-03-06/el-partido-popular-europeo-endurece-su-discurso-para-frenar-la-fuga-de-votos-a-la-extrema-derecha.html
Wodak, Ruth.. The politics of fear: What Right-Wing Populist Discourses Mean. Londres: SAGE Publications Ltd, 2015. [Fecha de consulta 20.03.2024] https://sk.sagepub.com/books/the-politics-of-fear
Monografia CIDOB -88- 2024