Reseñas de libros | ¿Cómo estudiamos la realidad internacional? Dos aproximaciones analíticas a las relaciones internacionales cuánticas
Ivan González-Pujol. Profesor, Universidad de Senshu
Reseña de libro: Michael P. A. Murphy. Quantum social theory for critical international relations theorists: quantizing critique. Palgrave Macmillan, 2021, 110 págs.
La mecánica cuántica no solamente está cambiando cómo entendemos el mundo físico, sino que también nos ayuda a entender qué es y cómo debemos estudiar la realidad internacional. En la disciplina de las relaciones internacionales, el «giro cuántico» cuenta con tres obras de referencia. En primer lugar, la obra de Wendt de 2015, Quantum mind and social science, que se aproxima a las relaciones internacionales entendiendo que la realidad internacional es ontológicamente cuántica. En segundo lugar, la obra de Zanotti de 2019, Ontological entanglements, agency and ethics in international relations, que reflexiona sobre las relaciones entre los actores sociales a través del concepto de entrelazamiento cuántico y el debate (meta)teórico entre sustancialismo y materialismo. Y, en tercer lugar, la obra reseñada a continuación, Quantum social theory for critical international relations theorists: quantizing critique (Palgrave macmillan, 2021) de Michael P. A. Murphy, que estudia qué puede aportar el imaginario cuántico a la teoría crítica de las relaciones internacionales. Esta obra se distingue de las anteriores por sortear las discusiones (meta)teóricas, abordando principalmente la metodología y el análisis de las relaciones internacionales cuánticas, lo que la convierte en una obra de referencia para aquellos que quieran aplicar el imaginario cuántico a los estudios de relaciones internacionales .
El «giro cuántico» de las relaciones internacionales se está desarrollando de una manera desordenada, con una prevalencia de obras que revisan la metateoría de este campo usando la mecánica cuántica como analogía. En cambio, Murphy va más allá de la simple analogía para argumentar que existe una homología entre la cuántica y las teorías críticas de las relaciones internacionales, es decir, no hay solo una correspondencia en los conceptos, sino también una correspondencia entre la estructura de la mecánica cuántica y la estructura en las relaciones internacionales. De todos modos, hay que tener presente que esta obra no ofrece una teoría para las relaciones internacionales, sino herramientas analíticas que pueden ser empleadas por las teorías críticas para explicar mejor la realidad internacional. La obra se distingue por usar las ideas cuánticas desde una vertiente pragmática, como una herramienta para recoger mejor la complejidad social y para superar las barreras que se están encontrando las teorías críticas de las relaciones internacionales.
Murphy nos introduce a las ideas cuánticas de «dualidad entre onda y partícula» –la doble naturaleza de las partículas cuánticas–, «efecto observador» –el impacto de la observación en la determinación de las propiedades de las partículas cuánticas– y «entrelazamiento cuántico» –la propiedad cuántica que conecta a dos partículas independientemente de la distancia entre ellas–. Posteriormente, el autor repasa la limitada bibliografía sobre las ciencias sociales cuánticas y, en concreto, sobre las relaciones internacionales cuánticas, sirviendo, a su vez, de recopilación bibliográfica para aquellos que quieran iniciarse en las relaciones internacionales cuánticas. No obstante, la contribución principal de Murphy se encuentra en sus dos propuestas para incorporar las relaciones internacionales cuánticas a las teorías críticas de las relaciones internacionales: la cuantización por translación sobre terreno común y la aplicación del imaginario cuántico.
En primer lugar, el autor argumenta que las teorías críticas ya han identificado ideas homólogas a las de la mecánica cuántica, pero están limitadas por el uso de un imaginario clásico. Así, si se usara un imaginario cuántico –cuantización por translación sobre terreno común– se podrían mejorar las interpretaciones sobre las problemáticas existentes. Los ejemplos propuestos por el autor son tres:
1) Aplicar la idea de dualidad onda-partícula a las relaciones transfronterizas, ya que cuanto más profundamente se estudian las fronteras como estructuras sociales –ondas–, menos podemos entender la interacción entre los actores (ciudadanos, comunidades, etc.) que se encuentran afectados por la existencia de fronteras –partículas–, y viceversa.
2) Aplicar la idea de efecto observador a los estudios de las relaciones internacionales y, especialmente, a los estudios autoetnográficos. Así, no solo se reconocería la agencia del investigador en cómo se construye el conocimiento, sino que sus características sociales (clase social, género, raza, etc.) también impactarían en la investigación.
3) Aplicar la idea de entrelazamiento cuántico al estudio de los ensamblajes. De este modo, podría darse mayor coherencia teórica a la complejidad de las relaciones entre los diferentes actores y estructuras en el actual mundo globalizado.
En segundo lugar, Murphy explica la cuantización por aplicación del imaginario cuántico, esto es, usar las ideas de la mecánica cuántica para identificar una nueva problemática. El autor ilustra este método a través de su aplicación en la teoría actor-red. En la mentalidad clásica, esta teoría entiende que las estructuras sociales están formadas por las relaciones entre sus partes, pero no considera que las estructuras puedan ser más que la simple suma de sus constituyentes. Murphy incorpora la dualidad onda-partícula a la teoría actor-red al redefinir las estructuras sociales como ondas y los comportamientos de los actores como partículas. De esta manera, las estructuras tendrían agencia por sí mismas y sus efectos serían visibles en la medida en que generan patrones en los comportamientos de los actores. Con este ejemplo, Murphy propone utilizar las ideas de la mecánica cuántica para escapar del imaginario clásico inherente a la teoría de actor-red.
Las relaciones internacionales cuánticas están ganando especial relevancia dentro de las teorías reflectivistas, menos enfocadas a la resolución de problemas y, consecuentemente, más permeables al indeterminismo de las ideas cuánticas. Los autores reflectivistas han visto en las ideas cuánticas una herramienta para vencer las limitaciones metateóricas de la disciplina de las relaciones internacionales. No obstante, algunas de las ideas de las relaciones internacionales cuánticas no son nuevas, sino que llevan tiempo circulando entre las teorías críticas, por lo que las relaciones internacionales cuánticas podrían no estar contribuyendo cualitativamente a la disciplina, sino introduciendo mayor complejidad a argumentos ya existentes. Además, las relaciones internacionales cuánticas refuerzan un cientificismo en las relaciones internacionales del que la teoría crítica tradicionalmente ha querido huir.
A medida que se popularice la aproximación cuántica a las relaciones internacionales, también será más probable que se incorpore a las teorías racionalistas. Ello podría enriquecer aún más las aproximaciones teóricas de las relaciones internacionales, pero también hace especialmente fundada la preocupación de Murphy sobre que el «giro cuántico» no debería ser explotado únicamente por las teorías racionalistas. Así, se vislumbra uno de los principales retos que tienen las teorías críticas de las relaciones internacionales: abrazar las relaciones internacionales cuánticas con su complejidad y su cientificismo inherente o dejarlas a merced de postulados que refuercen el argumentario racionalista.
Para finalizar, la obra de Murphy deja sin resolver la siguiente cuestión: ¿cuándo el imaginario cuántico es útil y cuándo los árboles (el imaginario cuántico) no nos dejan ver el bosque (la esencia de la problemática que queremos estudiar)? Esta obra muestra que el imaginario cuántico podría ser capaz de explicar la realidad de una manera más exhaustiva que sus alternativas clásicas, aunque aún faltan más estudios de relaciones internacionales cuánticas para poder verificar si ello resulta en análisis más efectivos. Así, se mantiene la duda sobre si el «giro cuántico» de las relaciones internacionales ofrece suficientes beneficios como para justificar su complejidad analítica en una disciplina, la de las relaciones internacionales, que valora la parsimonia como uno de sus ejes básicos. En suma, el imaginario cuántico aún tiene mucho que demostrar como herramienta de análisis para las relaciones internacionales, especialmente si quiere competir con alternativas analíticas consolidadas que intentan compatibilizar parsimonia y complejidad, tales como el realismo neoclásico de Gideon Rose, el holismo analítico de Amitav Acharya o el eclecticismo analítico de Peter J. Katzenstein.
Revista CIDOB d’Afers Internacionals, nº 132, p. 237-240
Cuatrimestral (octubre-diciembre 2022)
ISSN:1133-6595 | E-ISSN:2013-035X