Innovación y esperanza: el derecho a la ciudad en el nuevo gobierno de la Ciudad de México (2018-2024)
Mientras que en el continente europeo el derecho a la ciudad nace de profundos debates intelectuales, en América Latina, y especialmente en México, este hunde sus raíces en las históricas luchas estudiantiles, en la pobreza de los barrios populares y en las consignas antisistema por más participación social y democracia. En el año 1968, a través de un suceso lacerante que permanece en nuestra memoria colectiva, se consolidaron muchos de los elementos que darían paso a la Ciudad de México tal y como hoy la conocemos:un espacio solidario y resiliente. El movimiento del 68 fue más que un movimiento estudiantil; significó el despertar del hartazgo acumulado durante muchos años entre la clase obrera, en el movimiento magisterial y ferrocarrilero, así como en muchas familias y cúmulos de gente que exigieron el cese de la represión policiaca y la libertad para los presos políticos del régimen que entonces prevalecía. Fue un año en que la sociedad mexicana reivindicó –como nunca y con ahínco– su derecho a la protesta y a ocupar el espacio público como forma de resistencia a la opresión y al poder despótico de un gobierno autoritario.