Brasil en la cooperación regional para la lucha contra la violencia y el crimen organizado
Hasta los años ochenta, el crimen organizado y la violencia urbana no se planteaban en Brasil como un reto político mayor. Esa actitud era alimentada por la fuerte renuencia a medidas policiales coercitivas que pudieran recordar la represión vivida durante el Gobierno dictatorial de los años sesenta y setenta. En la actualidad, sin embargo, la estrategia colectiva de lucha contra los crímenes transnacionales constituye un reto fundamental. Los éxitos domésticos de Brasil y su creciente proyección como actor global podrían verse empañados si no se logra contener la presencia del narcotráfico y de los crímenes conexos. Los costos de la inseguridad, además, cuestionan la capacidad de Brasil para constituirse en plataforma para el desarrollo suramericano. La creación de la Unasur y su Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de la Droga reflejan el compromiso de América del Sur por consolidar un foro de diálogo sobre el tema y señalan el camino: consolidar el multilateralismo regional. Pasados más de cuatro años, se siguen buscando instrumentos efectivos, pero la exitosa experiencia de colaboración con Bolivia se presenta como un modelo para acciones futuras. Fortalecer la coordinación en la Unasur traerá como beneficio adicional poder avanzar en un diálogo más maduro y equilibrado con los Estados Unidos respecto a una agenda hemisférica conjunta.
Palabras clave: Brasil, lucha contra la droga, narcotráfico, violencia, cooperación regional