Netumbo Nandi-Ndaitwah
Presidenta electa de la República (2024)
Una mujer, Netumbo Nandi-Ndaitwah, será el quinto presidente de Namibia a partir del 21 de marzo de 2025, al cumplirse el 35 aniversario de la independencia nacional. Esta veterana dirigente del partido en el poder, la Organización Popular de África del Sudoeste (SWAPO), fue declarada ganadora de las elecciones del 27 a 30 de noviembre de 2024 con el 58,1% de los votos. El más adelantado de sus 14 adversarios, Panduleni Itula, de los Patriotas Independientes por el Cambio (IPC, un partido surgido en 2020 como una escisión de la SWAPO), denunció "múltiples irregularidades" y "flagrantes malas prácticas", por lo que rehusó reconocer los resultados. Los observadores africanos desmintieron la comisión de un fraude, aunque sí criticaron las deficiencias técnicas, los problemas logísticos y la prolongación de las jornadas de voto, que causaron confusión a los electores.
En febrero de 2024, tras acumular una amplia experiencia ministerial, Nandi-Ndaitwah ascendió a vicepresidenta de la República en lugar de Nangolo Mbumba, sucesor interino del fallecido Hage Geingob, el presidente elegido en 2014 y reelegido en 2019, si bien ya desde 2023 era la candidata presidencial del oficialismo. Aunque con 72 años 11 más joven que el saliente Mbumba, Nandi-Ndaitwah no representa un salto generacional porque, como todos sus predecesores, pertenece a los cuadros que llevaron a Namibia a la independencia en 1990 al cabo de 24 años de lucha guerrillera contra Sudáfrica, potencia que ocupaba ilegalmente el país, entonces llamado África del Sudoeste.
La SWAPO es un partido en origen marxista que viene practicando una política izquierdista moderada, de corte socialdemócrata. Aunque hegemónico en la práctica o ya solo meramente mayoritario, su régimen de Gobierno es decididamente democrático —el Democracy Index de The Economist considera a esta democracia africana menos defectuosa que la de varios países europeos— porque juega con las reglas del pluralismo y la competitividad en las urnas, además de que no comete excesos autoritarios. La personalidad respetada de Nandi-Ndaitwah, quien trae una aureola de servidora dedicada e incorruptible, parece que ha frenado un tanto la erosión electoral de la SWAPO, que ya en los comicios de 2019 perdió la supermayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional; ahora, la formación ha vuelto a retroceder en las legislativas y ha conservado una ajustada mayoría absoluta de 51 escaños.
El resultado de las presidenciales de 2024 equipara a Namibia a Mozambique, donde el partido izquierdista gobernante desde la independencia, el FRELIMO, obtuvo la reelección en octubre con su candidato presidencial Daniel Chapo, y la distingue de Botswana, donde el añejo oficialismo local, el BDP, fue desalojado espectacularmente, en octubre también, por el opositor Duma Boko. Sin embargo, los escenarios namibio y botswano sí tienen algo en común: el carácter pacífico del proceso electoral y, seguramente también por lo que respecta a Windhoek, su naturaleza no fraudulenta. Los otros cuatro partidos que fueron movimientos de liberación nacional con recurso a la lucha armada en la región meridional de África, el sudafricano ANC, el tanzano CCM, el angoleño MPLA y el zimbabwo ZANU-PF, continúan igualmente en el poder.
Con un nivel de desarrollo humano medio y menos de tres millones de habitantes para un vasto y árido territorio de 0,8 millones de km², Namibia presenta algunos de los mejores cuadros de gobernanza y corrupción —escándalos recientes al margen— de toda África, y su economía descansa en la minería —diamantes, cobre, oro, uranio— y la pesca. Muchos namibios son campesinos autosuficientes que subsisten al margen de las redes comerciales. El país dispone de un considerable potencial energético, por la generación de renovables y los yacimientos, aún sin explotar, de petróleo y gas, así como turístico. El presidente Geingob apostó fuerte por la descarbonización de la economía y en 2022 Namibia fue pionero en África con la firma de un acuerdo estratégico de suministro de hidrógeno verde a la UE del que las autoridades esperan obtener pingües ingresos para financiar el desarrollo.
El desplome de los precios internacionales de las materias primas sumió al país en la recesión en 2016, crisis que disparó el desempleo y dañó electoralmente a la SWAPO. La contracción pandémica superó el 8%, aunque el rebote de 2021-2022 recuperó con creces esa pérdida. La mayor rémora es la extrema desigualdad en la distribución de los ingresos; de hecho, tras Sudáfrica (origen de la mitad de las importaciones), Namibia es el segundo país con el coeficiente Gini más elevado del mundo.
Por lo demás, Nandi-Ndaitwah pasa a ser la otra presidenta en ejercicio en África en estos momentos junto con la tanzana Samia Suluhu, si bien esta ascendió al puesto en 2021 no por la vía electoral. Anteriormente, otras cuatro mujeres presidieron sus países en el continente: Ellen Johnson-Sirleaf en 2006-2018 en Liberia, Joyce Banda en 2012-2014 en Malawi, Catherine Samba-Panza en 2014-2016 en la República Centroafricana y Sahle-Work Zewde en 2018-2024 en Etiopía. De todas ellas, únicamente Johnson-Sirleaf y Nandi-Ndaitwah fueron elegidas directamente por el pueblo. Dato añadido, la actual primera ministra de Namibia es, desde 2015, otra mujer, Saara Kuugongelwa-Amadhila.
(Texto actualizado hasta 10 diciembre 2024).
BIOGRAFÍA
Casada con el teniente general retirado y ex jefe de la Fuerza de Defensa Namibia Epaphras Denga Ndaitwah, Netumbo Nandi-Ndaitwah es hija de un clérigo anglicano y la novena de 13 hermanos. La joven recibió clases en una misión religiosa y en 1974, con 22 años, marchó al exilio en Zambia para unirse a la SWAPO, que tenía uno de sus principales cuarteles de retaguardia en Lusaka. En 1975 fue enviada a la URSS para recibir un cursillo de adiestramiento ideológico y a su vuelta en 1976 se integró en el Comité Central del partido, del que fue representante jefa en Zambia hasta 1980. Ese año asumió la representación para toda África Oriental, con oficina en Dar es Salaam, Tanzania.
En los últimos años de la década de los ochenta, Nandi-Ndaitwah estuvo concentrada en ampliar su formación académica, dentro de una estrategia de la SWAPO de ir preparando a los futuros altos funcionarios de la Namibia independiente. Así, en el Reino Unido recibió un diploma en Administración Pública por el Glasgow College of Technology, y, por la Universidad de Keele, un Diploma en Relaciones Internacionales y una maestría en Estudios Diplomáticos.
Una vez proclamada la independencia el 21 de marzo de 1990, con el líder de la SWAPO, Sam Nujoma, de presidente de la República, y su numero dos, Hage Geingob, de primer ministro, Nandi-Ndaitwah entró en el flamante Gobierno namibio como viceministra de Asuntos Exteriores, siendo su superior directo el ministro Theo-Ben Gurirab. Esta función ejecutiva transcurrió en paralelo a su mandato de diputada de la Asamblea Nacional, siendo ella uno de los 41 legisladores obtenidos por la SWAPO en las elecciones multipartidistas de noviembre de 1989. Luego, Nandi-Ndaitwah iba a ser reelegida sin interrupción en los otros seis comicios celebrados hasta 2020. Fuera del Gobierno y la Asamblea, fungió al frente de la Organización Nacional de Mujeres de Namibia de 1991 a 1994.
La carrera política de Nandi-Ndaitwah continuó desarrollándose en las siguientes tres décadas, tiempo en el cual desempeñó numerosas altas funciones y adquirió una reputación de responsable trabajadora, pragmática y honrada.
Directora general de Asuntos de la Mujer desde 1996, en 2000 Geingob elevó este departamento a la categoría de ministerio y en 2005 el nuevo primer ministro, Nahas Angula, nombrado por el sucesor de Nujoma en la Presidencia de la República, Hifikepunye Pohamba, la nombró ministra de Información y Radiodifusión. Al iniciar Pohamba su segundo mandato de cinco años y presentar Angula su nuevo Gabinete en marzo de 2010, Nandi-Ndaitwah, pasó a hacerse cargo del Ministerio de Medio Ambiente y Turismo.
En diciembre de 2012 Geingob, recuperado por Pohamba para encabezar el Gobierno, confió a la ya muy experimentada Nandi-Ndaitwah el Ministerio de Exteriores en sucesión de Utoni Nujoma, hijo del padre de la independencia. El 21 de marzo de 2015 fue confirmada ministra de Exteriores con el rango añadido de viceprimera ministra, convirtiéndose por tanto en la segunda persona del Gobierno que pasó a pilotar Saara Kuugongelwa-Amadhila, la primera ministra nombrada por Hage Geingob al tomar este posesión como tercer presidente de Namibia. Dos años después, la SWAPO, en una nueva promoción interna tras la entrada en el Buró Político, la eligió su vicepresidenta.
Nandi-Ndaitwah quedó perfilada así como una probable heredera del 11 años mayor Geingob, el cual ganó en noviembre de 2019 su segundo y definitivo mandato presidencial. Sin sorpresas, en marzo de 2023 Geingob designó a la viceprimera ministra y ministra de Exteriores candidata de la SWAPO para la elección presidencial de noviembre de 2023. A la misma no llegó vivo el mandatario, fallecido con 82 años, víctima del cáncer, el 4 de febrero de 2024. Entonces, el vicepresidente de la República desde 2018, Nangolo Mbumba, asumió la jefatura del Estado y entregó la Vicepresidencia a Nandi-Ndaitwah.
(Cobertura informativa hasta 10 diciembre 2024).
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