Karol Nawrocki

Candidato presidencial (2025)
Editado por: Roberto Ortiz de Zárate Arce
El historiador Karol Nawrocki, presidente del Instituto de la Memoria Nacional, es la personalidad escogida por el partido opositor Ley y Justicia (PiS) para enfrentarse al candidato de la gobernante Plataforma Cívica (PO), Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia, en la elección presidencial de 2025 en Polonia. El PiS confía en el "independiente" Nawrocki, un intelectual sin experiencia política ni filiación partidaria pero conocido por sus investigaciones de la resistencia anticomunista polaca y afín a sus ideas derechistas, para retener la Presidencia de la República, donde Andrzej Duda agota su segundo y definitivo mandato de cinco años.
El partido que lidera Jaroslaw Kaczynski fue desalojado del Gobierno tras los comicios de 2023 pese a tener el mayor número de escaños y ahora se aferra a la jefatura del Estado, desde la que está en condiciones de obstaculizar la legislación elaborada por el Gabinete de coalición centro-progresista del primer ministro Donald Tusk. En Polonia, el presidente dista de ser una figura ceremonial: dispone de iniciativa legislativa, puede reclamar el escrutinio por el Tribunal Constitucional de los proyectos de ley y puede negarse a estampar su firma en los mismos, veto que el Sejm solo puede sortear con una mayoría cualificada de tres quintos y un quórum mínimo de la mitad de los diputados.
En su programa electoral, Nawrocki, quien se describe como un "candidato ciudadano" y un representante del "campo patriótico" dispuesto a poner término a la "guerra civil entre polacos", hace suyos los valores nacional-conservadores del PiS, de manera que Polonia "vuelva a ser un país normal". Esgrime críticas soberanistas contra la UE, hace bandera de la OTAN, abomina de la Rusia de Putin y simpatiza con Trump, quien le recibió en el Despacho Oval el 2 de mayo. Además, como presidente del Instituto de la Memoria Nacional, reclamó reparaciones de guerra a Alemania y ahora condiciona los ingresos de Ucrania en la UE y la OTAN a que las autoridades de Kyiv asuman su "responsabilidad histórica" en las masacres de polacos por los nacionalistas ucranianos en Volinia y Galitzia Oriental (1943-1944).
En la primera vuelta presidencial, celebrada el 18 de mayo, Nawrocki obtuvo el 29,5% de los votos y quedó segundo tras Trzaskowski, al que se enfrentará de nuevo en el balotaje del 1 de junio; de imponerse, Nawrocki infligirá un serio revés al Gobierno liberal y europeísta de Tusk y el 6 de agosto tomará posesión como el séptimo presidente de la III República Polaca en sucesión de Duda.
(Texto actualizado hasta 28 mayo 2025).
BIOGRAFÍA
Especialista en la historia contemporánea de Polonia desde el enfoque patriótico conservador
Nacido en Gdansk hace 42 años, hijo de un tornero militante del sindicato Solidaridad, casado y con tres hijos, Karol Nawrocki se formó como especialista en gestión de personal en la Escuela Postsecundaria de Negocios y Administración de la urbe portuaria del Báltico, si bien su verdadera vocación profesional era la de historiador. En 2003 comenzó sus estudios en la Facultad de Historia de la Universidad de Gdansk y cinco años después los completó con la licenciatura, al tiempo que destacaba en las prácticas deportivas del fútbol, el boxeo y las artes marciales. En 2013 se doctoró en Humanidades con una tesis titulada Resistencia social a las autoridades comunistas en el Voivodato de Elblag, 1976-1989.
En enero de 2009 fue contratado como investigador por el Instituto de la Memoria Nacional (IPN), organismo creado en 1998 por el Gobierno conservador de la época, siendo Jerzy Buzek primer ministro, con la misión de documentar desde unas perspectivas histórica y legal las diversas categorías de crímenes cometidos en Polonia entre 1918 y 1989 por los regímenes soviéticos de ocupación, la Alemania Nazi y la subsiguiente República Popular bajo el control del Partido Obrero Unificado Polaco, el partido único comunista obediente a Moscú.
El IPN de Varsovia absorbió la Comisión Principal para el Enjuiciamiento de los Crímenes contra la Nación Polaca, creada a su vez en 1991, y desde 2007, cuando el primer Gobierno del Partido Ley y Justicia (PiS), incorporó a sus cometidos también la instrucción de los procedimientos fiscales de la llamada lustración, el polémico marco legalque facilitaba las purgas de funcionarios y representantes políticos involucrados en la vigilancia político-social de la Policía del antiguo régimen comunista. Nawrocki era un funcionario totalmente comprometido con la investigación histórica conducida por el IPN y desde 2014 dirigió la División Educativa que la institución tenía en Gdansk. Paralelamente, tuvo una participación en la administración municipal como presidente del Consejo de Siedlce, uno de los distritos de Gdansk.
En abril de 2017 Nawrocki fue nombrado director del Museo de la Segunda Guerra Mundial de Gdansk, pero en julio de 2021 regresó al IPN, esta vez como presidente del mismo y con un mandato de cinco años, de acuerdo con la elección hecha por el Sejm, la cámara baja del Parlamento polaco, y ratificada por el Senado. El nombramiento salió adelante con los votos del PiS y sus aliados derechistas, que gozaban de mayoría absoluta y desde 2015 gobernaban por segunda vez Polonia, luego del primer paréntesis gubernamental de la Plataforma Cívica (PO), últimamente con Mateusz Morawiecki de primer ministro.
A estas alturas de su carrera académica, el historiador ya tenía en su currículum una copiosa bibliografía de libros y artículos, así como un largo palmarés de premios y distinciones. También, se había librado un perfil de activista sociocultural, como organizador de numerosas exposiciones, conferencias y eventos museísticos centrados en la memoria histórica de Polonia y los crímenes del comunismo y el fascismo.
Además, estaba jugando un papel descollante en la inauguración de monumentos patrióticos polacos y, simultáneamente, la remoción de monumentos conmemorativos de la presencia del Ejército Rojo en Polonia entre 1944 y 1989, campaña que las autoridades polacas aceleraron a raíz de la invasión rusa de Ucrania en 2022 y que le puso en el punto de mira de la justicia penal de la Federación Rusa. En 2019 el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional le nombró comisario organizador de los actos con motivo del octogésimo aniversario de la invasión alemana de Polonia y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, en 2023 Nawrocki completó en la Universidad de Tecnología de Gdansk un MBA en Estrategia, Gestión de Programas y Proyectos.
Un programa electoral para la "normalidad" de Polonia
Nawrocki era un intelectual próximo al PiS, si bien no militaba en el partido. Sí era miembro del mismo el hijo que su esposa, Marta Nawrocka, había concebido en un matrimonio anterior. En las elecciones municipales de abril de 2024, con la formación mandada por el ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski de vuelta a la oposición al Gobierno de la PO de Donald Tusk —nuevamente primer ministro en diciembre de 2023—, este joven de 21 años, llamado Daniel, apareció en las listas del PiS para el Ayuntamiento de Gdansk; no consiguió el asiento en el Consejo de la ciudad, pero sí uno de concejal distrital en Siedlce, donde años atrás ya se sentara su padre adoptivo.
Meses después, el 24 de noviembre, Kaczynski anunció que el historiador en jefe del IPN era el "candidato ciudadano" del PiS para suceder a Andrzej Duda, elegido por primera vez en 2015 bajo la sigla del partido, en el cargo de presidente de la República. Nawrocki se inscribió como "independiente" y activó su campaña para enfrentarse a un ramillete de rivales, el más prominente de los cuales era el postulante de la PO, Rafal Trzaskowski. Politólogo con una marcada vertiente europeísta y alcalde de Varsovia desde 2018, Trzaskowski ya había intentado ganar la jefatura del Estado en las elecciones de 2020, cuando su partido se hallaba en la oposición, pero entonces había sucumbido ante el reeleccionista Duda.
El programa de Nawrocki hace hincapié en la vuelta de Polonia "a la esfera de la normalidad", año y medio después de constituirse el Gobierno de coalición presidido por Tusk y constituido por seis partidos: además de la centro-derechista y liberal PO, los agrarios conservadores del Partido Popular Polaco (PSL), los socialdemócratas de la Nueva Izquierda (NL), los liberales conservadores de Polonia 2050 (PL2050), los social liberales de la Iniciativa Polaca (iPL) y los liberales centristas de Moderna (Nowoczesna). Las propuestas de Nawrocki se articulan en cuatro ejes.
El primer capítulo del programa, el de la "prosperidad", aboga por una bajada de los impuestos que él, desde "el primer día en el cargo" de presidente, buscará activamente con la presentación de un proyecto de ley para reducir el IVA básico del 23% al 22%. Nawrocki promete "no firmar ningún aumento de los impuestos" que apruebe el Gobierno Tusk, reclama la abolición del llamado impuesto Belka sobre las ganancias de capital y habla también de abaratar "un tercio" la factura eléctrica, de solucionar el "caos" en la atención médica y de reindexar las pensiones siempre por encima de la inflación. Este nuevo "contrato fiscal" incluye una "garantía constitucional" para que las herencias de bienes estén exentas de tributación.
El establecimiento de un "país normal" pasa asimismo, arguye Nawrocki, por potenciar el Estado protector de los ciudadanos polacos, quienes han de tener "tener prioridad" en el acceso a los servicios sociales, la asistencia sanitaria y la educación. Por el contrario, en la sociedad polaca no pueden medrar "las ideas que buscan facilitar el cambio de género de los niños, la adopción de niños por parejas homosexuales e inculcar la ideología en las escuelas", proclama.
El "desarrollo para el futuro de Polonia", explica el historiador, requiere invertir mucho más en infraestructuras de servicios, transportes y comunicaciones, y apostar por la energía nuclear, que en Polonia explota un único reactor activo. La autonomía económica es incompatible con la renuncia monetaria del zloty, pues "la introducción irreflexiva del euro supondría otra ola de precios elevados y una estricta dependencia de las decisiones de las élites europeas". Urge además a "detener la liquidación de la agricultura polaca", amenazada por el Pacto Verde Europeo, el acuerdo comercial con el MERCOSUR o "el flujo incontrolado de alimentos desde Ucrania".
En materia de seguridad, el candidato opositor apuesta por que Polonia cubra sus necesidades en el seno de "alianzas probadas", es decir, la OTAN, lo que requiere destinar el 5% del PIB a la defensa y disponer de un Ejército plenamente operativo de al menos 300.000 soldados entrenados. Por otro lado, repudia el nuevo Pacto de la UE sobre Migración y Asilo.
"Mis actividades se centraron en cultivar la memoria de los héroes que lucharon por la libertad de Polonia y en contar al mundo nuestra historia, tanto dolorosa como gloriosa", expone Nawrocki en la presentación de su persona con motivo de su candidatura presidencial.
(Cobertura informativa hasta 28/5/2025).
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