Claudia Sheinbaum Pardo
Presidenta (2024-); Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2023)
Claudia Sheinbaum Pardo, ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2023) y candidata del partido oficialista de izquierda Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), ha ganado con un contundente 59,7% de los votos la polarizada elección presidencial del 2 de junio de 2024 en el país más populoso de Hispanoamérica. Su principal adversaria, derrotada con el 27,4%, ha sido Xóchitl Gálvez, postulante de una inédita alianza de los tres partidos opositores, el conservador PAN, el centrista PRI y el centroizquierdista PRD, que durante décadas, hasta la victoria de Andrés Manuel López Obrador en 2018, dominaron la escena política federal y compitieron entre sí. El 1 de octubre Sheinbaum sucederá a López Obrador, su patrocinador en política, con un mandato sexenal y como la primera mujer presidenta de México.
Esta física e ingeniera de 61 años especializada en los campos de la eficiencia energética, la sostenibilidad ambiental y la acción climática se presenta como la continuadora de la "Cuarta Transformación" (4T) de México iniciada por López Obrador, quien se despide del Ejecutivo con unas altas notas de aceptación popular. Con un estilo discursivo más bien sobrio, como correspondería al perfil de científica que ella tanto gusta de resaltar, Sheinbaum apuesta por mantener la línea gubernamental de "austeridad republicana" en los gastos corrientes y prioridad fiscal para las ayudas sociales. Abanderada de la digitalización e identificada con el feminismo, viene fustigando la "cultura machista" y promete darle a esa 4T un "rostro de mujer". Planteamientos, empero, que no convencen a un sector del movimiento feminista mexicano, desde donde se reclaman al Gobierno Federal unas "verdaderas políticas públicas con enfoque de género".
La mandataria electa de la coalición tripartita Sigamos Haciendo Historia (además del MORENA, los partidos Verde y del Trabajo), que en conjunto ha obtenido una mayoría absoluta de 372 diputados federales en la Cámara de 500 miembros, defendió durante la campaña un programa con "100 pasos para la transformación" que toma nota del momento de luces y sombras que vive su país, a saber: una economía moderadamente boyante regada por la inversión privada y sin grandes desequilibrios financieros, aunque de todas maneras significativos; una renta nacional por habitante que por el contrario se ha estancado; y unos niveles de inseguridad y violencia pavorosamente altos, por encima de los 30.000 asesinatos anuales, si bien las cifras oficiales hablan de una disminución sensible en el último bienio. La tasa de homicidios dolosos por 100.000 habitantes es aquí de 24, inferior con todo a las de Ecuador, Honduras, Venezuela y Colombia.
Los asesinatos, no pocas veces en la forma de masacres colectivas, los secuestros y las extorsiones de los omnipresentes cárteles del narco y otros grupos criminales martirizan diariamente a los mexicanos, al igual que la impunidad judicial de los malhechores, rayana en el 100%. La violencia contra mujeres y niños es también muy elevada. Entre 2018 y 2023 más de 20.000 mujeres, adolescentes y niñas fueron asesinadas, y las fiscalías investigaron como presuntos feminicidios la cuarta parte de los casos. Capítulo aparte es el de la violencia política. El proceso electoral de 2023-2024 ya es el más sangriento de la historia moderna de México con el asesinato de una treintena de candidatos locales en todo el país.
Frente a este crudo panorama, que deja desamparadas a innumerables personas y pone en solfa el Estado de Derecho, Sheinbaum formula una estrategia de "República segura y con justicia" en torno a cinco ejes: la atención a las causas, con programas para que los jóvenes no sean reclutados por las bandas delincuenciales y permanezcan insertados en la sociedad; la consolidación de la Guardia Nacional; el robustecimiento de la inteligencia y la investigación; una mejor coordinación entre policías y fiscales; y una reforma del Poder Judicial para blindar su independencia. Su tolerancia cero con la violencia de género incluye la homologación a nivel nacional del delito de feminicidio.
La próxima presidenta plantea un crecimiento del PIB en torno al 3% anual (promesa bastante cauta, pues la tasa pospandemia en 2022-2023 fue del 3,5%), un avance anual del PIB per cápita del 2,4%, "conservar un equilibrio razonable" de la deuda pública (del 45,5% en el primer trimestre de 2024) y elevar el salario mínimo a los 11.287 pesos mensuales. También, habla de sacar a 7,5 millones de personas de la pobreza extrema y de poner en marcha una Estrategia Nacional de Relocalización e Industrialización. Sheinbaum proyecta en el programa federal sus experiencias en el Gobierno de la CDMX. Así se aprecia en su plan de beca universal para los alumnos de todos los tramos de la escuela pública, su énfasis en los beneficios de la ciencia, la innovación y la conectividad, su preocupación por la gestión del agua y su aceleracionismo del tránsito a las energía renovables, marcando una distancia del enfoque pro-petrolero de la Administración de López Obrador. En cuanto a la infraestructura de transportes, prioriza los sistemas de bajas emisiones como el ferrocarril y aboga por la electrificación de la movilidad urbana.
Su plan social contempla, además del salto educativo, la creación de un Sistema Nacional de Cuidados y la expansión de las coberturas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Pensión Universal para Personas Adultas Mayores. Se pone el ojo en los colectivos vulnerables de los jornaleros del campo, los trabajadores de la maquila y, en un sentido general, las mujeres, para las que Sheinbaum propugna una pensión especial en el tramo etario de los 60 a los 64. Ahora bien, la dirigente del MORENA no ha explicado de manera clara cómo financiará su Gobierno tan notable incremento del gasto social.
Por lo que respecta a la política exterior, Sheinbaum hereda unas relaciones rotas con Ecuador y Perú, y las presiones de Estados Unidos para que México endurezca las acciones contra las caravanas de migrantes que suben desde Centroamérica y la lucha contra el tráfico ilícito de fentanilo.
(Texto actualizado hasta 3 junio 2024)
Hija de un químico y una bióloga de sendos linajes judíos emigrados a México desde Lituania y Bulgaria (el padre, Carlos Sheinbaum Yoselevitz, pertenecía a la tradición ashkenazí y la madre, Annie Pardo Cemo, a la sefardí), las ocupaciones de sus progenitores determinaron su inclinación lectiva y profesional hacia el mundo de la ciencia. Tras completar el ciclo escolar en el Colegio de México entró en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la que en 1989 egresó como licenciada en Física. Su tesina de fin de carrera, llena de fórmulas matemáticas, consistió en un trabajo sobre la termodinámica de las típicas estufas de leña de los hogares rurales mexicanos.
Su mayor interés residía en el desarrollo de sistemas eficientes que permitieran economizar, mitigando de paso los efectos contaminantes en el aire, el consumo doméstico de energía térmica y eléctrica para cocinar, calentar agua o iluminar, y sus estudios e investigaciones en la materia sustentaron la Maestría en Ingeniería Energética y el Doctorado en Ingeniería Ambiental que su universidad le otorgó entre 1994 y 1995. Su tesis doctoral, titulada Tendencias y perspectivas de la energía residencial en México, la preparó en el Lawrence Berkeley National Laboratory (LBNL) de la Universidad de California, donde disfrutó de una estancia académica becada. Por cierto que Sheinbaum fue la primera mujer en doctorarse en la novedosa especialidad de Ingeniería Ambiental en México.
Una científica feminista en el Gobierno del DF
En el cambio de siglo, Sheinbaum tenía bien encarrilada su carrera científico-académica como investigadora y profesora en la UNAM. En su haber figuraban el Premio Joven Investigador de la UNAM en Innovación Tecnológica y el Premio Anual de Investigación Económica Maestro Jesús Silva Herzog, concedido por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEC) de su alma máter.
Sin embargo, sus inquietudes políticas de signo izquierdista, expresadas desde su etapa de activista y representante de los compañeros de aula durante las protestas estudiantiles de mitad de los años ochenta contra las tasas universitarias y las políticas educativas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder, la empujaron a poner un pie en el servicio público del Distrito Federal (DF) al abrigo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), fuerza de oposición creada una década atrás por Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y otros disidentes del priísmo.
Como ellos, Sheinbaum había sido muy crítica con las reformas federales emprendidas por el PRI bajo los presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas. Sheinbaum fue militante del PRD, un partido en buena medida cristalizado al calor de las demandas de los estudiantes de la UNAM, desde su fundación en 1989, aunque a diferencia de los dirigentes perredistas ella nunca había pertenecido al PRI. Más aún, la identificación con las causas sociales le venía desde la infancia, ya que su madre había estado en la primera línea del gran movimiento estudiantil de 1968, bárbaramente reprimido por la Administración priísta de Gustavo Díaz Ordaz. En añadidura, desde 1987 estaba casada con otro perredista de primera hora, Carlos Ímaz Gispert, quien fuera compañero en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la UNAM.
La ocasión de participar en las tareas de gobierno del DF le llegó a Sheinbaum en diciembre de 2000, cuando su marido ya llevaba un año desempeñando la función de presidente del PRD en la entidad federativa. Fue de la mano de López Obrador, ex presidente del PRD y recién elegido jefe del Ejecutivo local, cuyo mandato sucedía al ganado por Cuauhtémoc Cárdenas en 1997 y al asumido con carácter interino por Rosario Robles en 1999. López Obrador, cuyo plan de gestión presentaba un intenso calado social e incidía en la mejora de los estándares de vida de los mexiqueños, reclutó a la física e ingeniera para la Secretaría de Medio Ambiente (SMA).
Durante seis años, Sheinbaum jugó un papel destacado en la ejecución del programa de obras públicas diseñado por López Obrador y centrado en el desarrollo de una serie de infraestructuras de transporte urbano. La secretaria tuvo a su cargo la construcción y puesta en marcha de medios como el Metrobús (2005), las Ciclopistas y el llamado segundo piso (o nivel elevado) del Anillo Periférico, la gran vía de carreteras que circunvala el Valle de México. El Metrobús y las Ciclopistas, junto a la masiva campaña de reforestación en zonas urbanas y el reacondicionamiento del Bosque de Chapultepec, vasto parque de arboledas y lagos en la delegación de Miguel Hidalgo y pulmón de la ciudad, contribuyeron a hacer descender de manera significativa los niveles de contaminación ambiental en una enorme megápolis de casi nueve millones de habitantes, población que llegaba a los 20 millones si se consideraba la Zona Metropolitana del Valle de México, donde confluían 60 municipios de los estados de México (Edomex) e Hidalgo. El DF y su Zona Metropolitana constituían una de las mayores aglomeraciones urbanas del planeta.
Por otro lado, Sheinbaum vivió el conocido como videoescándalo, la trama de prácticas irregulares y corruptas aflorada en el núcleo de la administración de la Ciudad de México que a punto estuvo de acarrearle la defenestración institucional a López Obrador, de una manera particularmente cercana porque uno de los máximos imputados y procesados en relación con el caso fue su propio esposo.
Así, en marzo de 2004 Carlos Ímaz se vio obligado a dimitir como jefe delegacional de Tlalpan (una de las 16 delegaciones, la más extensa aunque escasamente urbanizada, del DF) al trascender su participación en el presunto esquema de compra de favores políticos montado por el empresario Carlos Ahumada, quien había entregado ingentes sumas de dinero al PRD defeño. Ímaz fue juzgado bajo la acusación de delito electoral, hallado culpable y condenado a tres años y seis meses de prisión con suspensión de derechos políticos, aunque finalmente la pena quedó reducida a una multa de 100.000 pesos. Luego, Ímaz, quien siguió proclamando su lealtad al PRD y a López Obrador, fue testigo de la acusación en el juicio penal contra Ahumada.
En julio de 2005, al poco de librarse del proceso político-judicial de destitución emprendido en su contra por los poderes federales a raíz del videoescándalo, AMLO renunció voluntariamente a la jefatura del Gobierno defeño para preparar su primera candidatura presidencial. Sheinbaum siguió por el momento al frente de la SMA a las órdenes del nuevo gobernante capitalino, Alejandro Encinas, pero el 15 de mayo de 2006 renunció al cargo para sumarse al equipo de campaña de López Obrador.
Celebradas las elecciones en julio, el candidato perredista rechazó su derrota a manos del adversario postulado por el Gobierno Federal del conservador Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, según los datos oficiales presidente electo de la República con apenas medio punto porcentual de ventaja. Entonces, López Obrador denunció un fraude masivo en favor del oficialismo, se proclamó en rebeldía "presidente legítimo" de México y lanzó una gran campaña nacional de "resistencia civil pacífica" que incluyó la presentación de un "Gobierno alterno" integrado por una docena de "secretarios"; entre ellos estaba su fiel Sheinbaum, a la que AMLO confirió la Secretaría de Defensa del Patrimonio Nacional con la misión de "proteger de una eventual privatización" a la empresa petrolera Pemex y el conjunto del sector energético.
El desafío del Gobierno Legítimo de México lanzado por López Obrador no tardó en diluirse ante la falta de reconocimiento doméstico y exterior, y con ello el grado de involucramiento de Sheinbaum en la política partidaria e institucional, y eso pese a que el PRD siguió firmemente instalado en el Ejecutivo del DF, su gran bastión electoral, donde el nuevo gobernante era Marcelo Ebrard Casaubón. Aunque apasionada por servir a la comunidad con despacho de funcionaria pública y, a falta de él, bien dispuesta a realizar activismo de calle, como su coordinación del lopezobradorista Movimiento en Defensa del Petróleo puso de manifiesto, ella seguía siendo ante todo una científica.
En 2007 Sheinbaum, acreditada como investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM, consolidó su perfil de especialista en consumo energético y su impacto medioambiental al unirse al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), grupo internacional de expertos establecido en 1988 en el marco de las Naciones Unidas y que justo en este 2007 ganó el Premio Nobel de la Paz de manera conjunta con el ex vicepresidente estadounidense Al Gore. Sus compromisos intelectuales con el IPCC vinieron a enriquecer una copiosa bibliografía académica dedicada a evaluar los desafíos de diversa índole que entrañaban la reducción de las emisiones carbónicas y la sustitución paulatina de los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables. Vincular de una manera precisa los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático por efecto del calentamiento global antropogénico y las necesidades del desarrollo sostenible venía a ser el epítome del pensamiento de Sheinbaum.
Postulante de MORENA a la jefatura del CDMX
El virtual paréntesis político iniciado por Sheinbaum en 2006 pareció concluir al acercarse el final del sexenio presidencial de Felipe Calderón. López Obrador preparaba su segunda tentativa presidencial y anunció que su antigua colaboradora en el Gobierno del DF sería la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en caso de llegar a Los Pinos. Toda vez que el 1 de julio de 2012 el líder perredista resultó batido por el priísta Enrique Peña Nieto, Sheinbaum vio prolongarse su apartamiento del primer plano de la política.
Entre 2012 y 2015 la científica repartió sus actividades profesionales entre la UNAM, el IPCC y dos organismos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial, que la contrataron como consultora. Además, entró a formar parte del Comité de Políticas de Desarrollo (CPD), órgano asesor del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC). En casa, asistió la Gerencia de Estudios Económicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (CONAE).
En 2014 Sheinbaum dio el paso de abandonar el PRD tras 25 años de militancia y unirse al Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), la nueva formación de izquierda nacionalista creada por López Obrador para aglutinar a sus muchos seguidores y vertebrar su plataforma política de oposición. Este viraje partidario de la experta en cuestiones de energía y sostenibilidad preludió su elección, el 7 de junio de 2015 y con el 30% de los votos, como jefa de Tlalpan, la delegación mexiqueña, conformada en cuatro quintas partes por parajes naturales ricos en biodiversidad, a cuyo cargo ya había estado su marido en la década anterior. Por cierto que la pareja disolvió en 2016 su relación conyugal tras 29 años de matrimonio. Sheinbaum e Ímaz habían criado a una hija concebida en común, Mariana, nacida en 1988, y a un hijo mayor de él, Rodrigo, nacido en 1982, fruto de un matrimonio anterior. Sheinbaum tenía su hogar en Tlalpan y tras el divorcio de Ímaz siguió viviendo aquí.
Sheinbaum en Tlalpan, Pablo Moctezuma en Azcapotzalco, Ricardo Monreal en Cuauhtémoc, Rigoberto Salgado en Tláhuac y Avelino Méndez en Xochimilco fueron en este 2015 los primeros jefes delegacionales conseguidos por el MORENA en el DF, cuyo cabeza de Gobierno era, desde 2012 y en sucesión de Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera, un independiente elegido en la lista del PRD.
La batalla entablada por los lopezobradoristas con el partido del que se habían escindido por obtener la supremacía política en la segunda entidad federativa más populosa de México vino a coincidir con una profunda reforma política del marco jurídico local, orientada a dotar a este territorio de 1.500 km² de un estatus semejante al de los 31 estados de la Federación. Así, en enero de 2016 el Distrito Federal pasó a llamarse de manera oficial y exclusiva Ciudad de México (CDMX), y arrancó un proceso constituyente que entre otros cambios convertiría la Asamblea Legislativa en un Congreso local, las delegaciones en demarcaciones territoriales y a los jefes delegacionales en alcaldes.
Cuando las elecciones locales de 2015, el MORENA se impuso al PRD en la Asamblea Legislativa, donde los de López Obrador y Sheinbaum ganaron 20 de los 66 diputados. Luego, en las elecciones del 5 de junio de 2016 a la Asamblea Constituyente de la CDMX los morenistas obtuvieron 22 representantes sobre 100. El 31 de enero de 2017 la Constitución Política de la CDMX vio la luz, si bien sus disposiciones no entrarían en vigor hasta después de las elecciones generales del 1 de julio de 2018, cuando habría votaciones tanto federales como locales.
En 2017 López Obrador confirmó su tercera postulación presidencial, primera con la bandera del MORENA, mientras que Sheinbaum, a los 55 años, destapó su precandidatura a la Jefatura del Gobierno capitalino. Sheinbaum pasó a librar entonces una competición interna con sus conmilitones Martí Batres, el presidente del partido en la Ciudad de México y hasta 2015 presidente de su Comité Ejecutivo Nacional, Ricardo Monreal, el jefe delegacional de Cuauhtémoc, y el senador Mario Delgado. Los tres eran figuras prominentes del MORENA.
La primaria se dirimió a través de una serie de encuestas abiertas a la población general y el 24 de agosto el partido anunció que la vencedora del proceso, falto de transparencia puesto que inicialmente los organizadores ocultaron los datos sobre el desarrollo de las encuestas, la metodología empleada y los detalles del escrutinio, era la delegada de Tlalpan. El 29 de agosto el MORENA reveló el volumen de apoyos recabado por Sheinbaum: el 15,9%. Sheinbaum candidatearía en la CDMX en nombre de Juntos Haremos Historia, la coalición formada por el MORENA, el Partido del Trabajo (PT, socialista) y el Partido Encuentro Social (PES, cristiano ultraconservador).
El 19 de septiembre de 2017, poco después de proclamar el MORENA la candidatura local de Sheinbaum, el centro de México fue sacudido por un violento terremoto que a pesar de tener su epicentro en Puebla dejó el peor balance de víctimas y destrucciones en la Ciudad de México. La meridional Tlalpan no se libró de las devastaciones y el dolor fue mayor cuando se supo que el Colegio Enrique Rébsamen, un centro escolar de la barriada conocida como Nueva Oriental Coapa, se había venido abajo con decenas de personas en su interior; los equipos de rescate encontraron bajo los escombros los cuerpos sin vida de 21 niños y cuatro adultos.
Sheinbaum y su equipo se movilizaron sobre el terreno para organizar las labores de socorro y atender a las víctimas, pero ella fue blanco de acusaciones de negligencia, ante los indicios de que la Delegación había pasado por alto deficiencias en los protocolos de protección civil y en los planos de construcción de edificios cuyos fallos estructurales, como parecía ser el caso del colapsado Colegio Rébsamen, el terremoto había sacado trágicamente a la luz. Esta polémica perseguía a Sheinbaum cuando en diciembre de 2017 la regidora morenista transfirió la Jefatura Delegacional a Fernando Aureliano Hernández y a continuación inscribió su candidatura electoral.
El plan de gobierno 2018-2024 de Claudia Sheinbaum para la CDMX, descrita por ella como la "ciudad de la innovación y la esperanza", partía del diagnóstico de que la superpoblada capital de México enfrentaba como grandes retos la prestación de servicios públicos equitativos, la ampliación de los derechos humanos y sociales de sus habitantes, y la preservación de sus recursos naturales y el medio ambiente. La gestión municipal requería una "planeación integral del desarrollo para instrumentar políticas públicas de largo plazo", dando cabida a cuestiones como el "sentido de comunidad", la transparencia, la integración, la inclusión y la seguridad. Se trataba de "construir ciudadanía", entendida como una tarea colectiva de todos los mexiqueños, y de hacer un "buen gobierno a partir de una óptica de relojero", para, por ejemplo, "frenar y revertir la corrupción donde sea que esté alojada."
Para Sheinbaum, su ejecutoria en la CDMX tendría como principios orientadores la "innovación", la "sustentabilidad", la "igualdad", la "honestidad" y el "gobierno abierto". Los conceptos de "austeridad republicana" y "cero tolerancia con la corrupción" eran asimismo ejes de la plataforma presidencial de López Obrador; precisamente, la ingeniera había participado en la elaboración del Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024, con el que AMLO confiaba en ganarles la partida a sus adversarios del PRI y el PAN.
Como medidas concretas en la CDMX, Sheinbaum incidía en la "movilidad segura, limpia y que disminuya tiempos de traslado", para lo que se establecería una coordinación central de los diversos sistemas de transporte público y un centro de innovación y control de la movilidad. Además, se modernizarían y ampliarían las unidades y líneas del Metro y el Metrobús, y arrancaría el Cablebús, un teleférico para el transporte de personas a y desde las zonas altas de Cuautepec, Tlalpexco e Iztapalapa. Con el fin de atajar el muy grave problema del déficit de acceso a agua potable en muchos puntos de la ciudad, se acometerían una modernización del sistema de distribución, para subsanar fugas y garantizar el suministro, así como un programa domiciliario de captación de agua de lluvia, ejes que serían de un Plan Maestro de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento.
La alcaldía del MORENA promovería asimismo la autonomía económica de las mujeres a través de los Centros Comunitarios de Innovación; crearía unos protocolos especiales contra las violencias de género, homofóbica y transfóbica, entre otros mecanismos de emergencia para detener los feminicidios, así como un Centro de Gestión Integral de Riesgos en previsión de desastres naturales como los terremotos; duplicaría el número de cámaras de seguridad en los espacios públicos para disuadir la comisión de delitos; y, en aras del gobierno abierto y democrático, la propia alcaldesa sometería a una consulta pública la revocación de su mandato en el ecuador de su administración sexenal. Con el MORENA en el Gobierno local, los mexiqueños verían ampliados sus derechos sociales y no aumentados sus impuestos municipales, aseguraba Sheinbaum.
En el programa electoral la cultura ocupaba otro espacio destacado, además de la transparencia, la inclusividad, la movilidad sostenible y el feminismo. Aquí, la candidata aspiraba a hacer de la Ciudad de México la "capital cultural de América" mediante la realización de festivales culturales, tanto de "gran envergadura" internacional como de dimensión comunitaria, enfocados a los barrios y vecindades, y con la promoción de todas las artes, así como del hábito de la lectura. Estaba el compromiso de, por lo menos, duplicar el presupuesto municipal destinado a la cultura. En particular, se crearían una red de Casas de Cultura y 300 Centros de Innovación Comunitaria dedicados a impartir talleres de artes y oficios, y a acoger libro-clubes y cine-clubes, y se brindaría mucho más apoyo a las asociaciones culturales y a los jóvenes creadores de los ámbitos cinematográficos y artístico callejero.
El 1 de julio de 2018, mientras López Obrador, al tercer intento, se hacía con la Presidencia de la República y su partido conquistaba la mayoría legislativa en las dos cámaras del Congreso de la Unión, Sheinbaum se convertía en el primer jefe de Gobierno capitalino del MORENA luego de seis titulares consecutivos del PRD con el abultado volumen de votos que ya aventuraban la mayoría de los sondeos, el 47%. Sus principales contrincantes, Alejandra Barrales por la coalición del PRD y el PAN y Mikel Arriola por el PRI, obtuvieron respectivamente el 31% y el 12,3%. El MORENA redondeó su histórico triunfo en la CDMX al ampliar su cuota en el nuevo Congreso local hasta los 37 escaños, es decir, mayoría absoluta, y hacerse con 11 de las 16 alcaldías. Además de la Ciudad de México, ocho estados renovaron sus gubernaturas; el MORENA, que hasta ahora no gobernaba en ninguna entidad federativa, ganó en Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz, y perdió en Guanajuato, Jalisco, Puebla y Yucatán.
La toma de posesión de Sheinbaum iba a tener lugar ante el pleno del Congreso de la CDMX el 5 de diciembre de 2018, cuatro días después de la inauguración de López Obrador en Los Pinos. En estos momentos, solo otra mujer, Claudia Pavlovich del PRI, gobernaba en un estado mexicano, Sonora, desde 2015. El mismo 1 de julio resultó electa Martha Érika Alonso, del PAN, en Puebla. Antes que ellas tres, únicamente seis mujeres habían mandando en una entidad federativa en la historia de México, frente a cientos de titulares varones: Griselda Álvarez (PRI) en Colima en 1979-1985; Beatriz Paredes (PRI) en Tlaxcala en 1987-1992; Dulce María Sauri (PRI) en Yucatán en 1991-1993; la ya mencionada Rosario Robles (PRD) en el DF en 1999-2000; Amalia García (PRD) en Zacatecas en 2004-2010; e Ivonne Ortega (PRI) en Yucatán 2007-2012.
Para Sheinbaum, no era suficiente que una mujer estuviera al cargo de una política pública, pues la mujer elegida para un puesto de responsabilidad que no reivindicara a las mujeres se convertía ineluctiblemente "en reproductora de una cultura machista". "La política me interesa como un instrumento de transformación", declaró.
La etapa al frente de la Capital Federal
El paso de Claudia Sheinbaum por la jefatura del Gobierno de la CDMX no duró los seis años constitucionales, sino algo más de cuatro años y medio, debido a su marcha anticipada para lanzar su candidatura presidencial de cara a las elecciones de 2024. Fue un período complejo que estuvo marcado por la crisis sanitaria de la COVID-19, cuya propagación se buscó atajar con una estrategia epidemiológica de tests y rastreos. El enfoque "científico" de Sheinbaum no evitó, empero, que la capital federal terminara alcanzando una de las tasas de mortalidad más elevadas de todo México. Por otro lado, la regidora osciló entre el deseo de dejar una impronta personal a su administración municipal, más patente al principio, y el acatamiento de las directrices del Gobierno Federal. Esto último, tanto por disciplina partidaria como por lealtad personal al presidente López Obrador, el gran mentor político de quien habría podido continuar desarrollando su carrera científica y académica al margen de las administraciones públicas.
En junio de 2019 la gobernante presentó el Programa Ambiental y de Cambio Climático (PACC) para la Ciudad de México 2019-2024. Dotado con un presupuesto de 145.000 millones de pesos, el Plan perseguía reducir un 30% las emisiones polucionantes y carbónicas al final del quinquenio, regenerar ocho ríos y cursos de agua, y reforestar una docena de bosques y parques urbanos con la plantación de 20 millones de árboles, arbustos y otras especies vegetales, más otros objetivos de movilidad sostenible, eliminación de basuras, separación y reciclaje de residuos, clausura de pozos ilegales para disminuir la sobreexplotación acuífera e instalación de paneles solares.
La mejora de la movilidad urbana de bajas o nulas emisiones quedó sellada con el Plan Maestro del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro 2018-2030, que aunque no contemplaba la construcción de líneas nuevas a corto-medio plazo sí establecía la modernización y ampliación de al menos ocho de las 12 líneas existentes, inclusive la apertura de muchas estaciones nuevas. La Línea 1 del Metro iba a experimentar una remodelación integral y su primera fase quedó finalizada en octubre de 2023. En cuanto al Metrobús, se inauguraron nuevos itinerarios en las Líneas 3, 4 y 5, se dio luz verde a las obras de la Línea 8 y entró en servicio, en septiembre de 2020, la primera unidad totalmente eléctrica.
Otro hito en el transporte público de la capital llegó en marzo de 2021 con la inauguración de la Línea 1 del Cablebús, el nuevo STC de teleférico anunciado por Sheinbaum en la campaña electoral para dar servicio a los vecinos de las demarcaciones de Gustavo A. Madero e Iztapalapa. En agosto del mismo año empezó a operar la Línea 2 del Cablebús, a la que en el futuro tendrían que seguir las Línea 3 y 4. Adicionalmente, se construyeron cientos de kilómetros de nuevas Ciclopistas y de Senderos Camina Libre, Camina Segura, nueva estructura vial dirigida a crear espacios públicos libres de violencia para las mujeres y las niñas. El Sistema de Transporte Individual (STI) Ecobici experimentó también un considerable salto.
Empero, estos avances en la red del transporte público quedaron ensombrecidos por las constantes incidencias y averías en el Metro y, sobre todo, por el trágico colapso en mayo de 2021 del paso elevado de la Línea 12 en la demarcación de Tláhuac, que causó la muerte de 27 personas. La sección siniestrada, construida por una empresa del grupo del magnate Carlos Slim e inaugurada en 2013, arrastraba un denso historial de fallos de ingeniería, reparaciones y mejoras, intervenciones que al parecer no resultaron suficientes para evitar el derrumbe de la estructura.
Sheinbaum dejó caer a la directora general del STC Metro, Florencia Serra, diana general del público, tras unas semanas de defensa infructuosa y encargó el dictamen técnico del desastre a la firma noruega de gestión de riesgos DNV, la cual señaló como causas una serie de deficiencias en los soportes y las soldaduras de la viga colapsada. Las investigaciones más en profundidad conducidas por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), interesada en esclarecer lo sucedido por si hubiera que depurar responsabilidades personales y aplicar sanciones llegado el caso, concluyeron que el viaducto se había diseñado y construido sin seguir los estándares de calidad, que la construcción y los cambios de diseño de la línea no habían sido adecuadamente supervisados, que faltaban elementos de sujeción y seguridad, y que los controles de mantenimiento periódicos que habrían detectado la inestabilidad estructural de la viga no se habían ejecutado.
El Gobierno de la Ciudad refutó esta última declaración por cuanto le señalaba directamente (y a la que se agarró Carlos Slim, quien negó fallos constructivos por su parte, si bien no puso reparos a pagar indemnizaciones a las víctimas), mientras Sheinbaum era acusada desde los partidos de la oposición de incurrir en negligencia con un supuesto exceso de ahorro vinculado a la "austeridad republicana" que tanto preconizaba.
Tras su marcha como alcaldesa, Sheinbaum reclamó como logros de su administración la puesta en marcha de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), nueva herramienta para integrar las políticas de gestión de datos, gobierno abierto, cierre de brechas tecnológicas y gobernanza digital, y la drástica caída del número de homicidios y otros delitos graves como resultado de su estrategia en materia de seguridad ciudadana, mejora innegable a la que sin embargo los cierres por la COVID-19 no dejaron de contribuir en gran medida.
En cuanto a las intervenciones sociales y culturales, destacaron el programa de ayudas económicas Mi beca para empezar, dirigido a más de un millón de alumnos de preescolar, primaria y secundaria de la enseñanza pública, así como la red de centros comunitarios Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES). Destinados a los barrios de renta baja, los PILARES eran espacios dotacionales con recursos propios de unas casas de cultura, unos centros cívicos y unos centros de formación.
La oposición acusó a Sheinbaum de valerse de las tarjetas Bienestar para Niños y Niñas-Mi Beca Para Empezar con fines autopromocionales, más cuando ella ya sonaba como probable candidata presidencial del MORENA. Tras dejar el Gobierno, a Sheinbaum se le iba a echar en cara también que hubiera hecho aumentar la deuda pública de la CDMX. Aquel mismo año, 2021, la UNESCO incluyó a la capital de México en su relación de diez ciudades merecedoras del galardón Netexplo Linking Cities por sus méritos en las áreas de conectividad, respuesta ante crisis naturales como la COVID-19, gestión de riesgos, resiliencia hídrica, cuidado medioambiental y movilidad sostenible. De paso, la City Mayors Foundation nominó a Sheinbaum como uno de los cinco alcaldes finalistas de la región de América del Norte para optar al World Mayor Prize de 2021, en su caso en reconocimiento de su "lucha por los derechos de los pobres y las mujeres".
Rumbo a las presidenciales de 2024 para suceder a López Obrador
En las elecciones locales del 6 de junio de 2021, coincidentes con las federales legislativas, el puesto de Jefe de Gobierno no se sometió a renovación, pero sí las 16 alcaldías de las demarcaciones territoriales y los 66 escaños del Congreso de la CDMX. Para el MORENA, los resultados fueron bastante decepcionantes al retroceder a los 31 diputados, seis menos que en 2018 (luego mayoría simple) y los siete alcaldes, cuatro menos. Con todo, el oficialismo conservó con holgura la condición de fuerza más votada, seguida por el PAN, el PRI y el PRD. Tras estos comicios, se apreció un más estrecho seguimiento por Sheinbaum de las consignas de AMLO y del MORENA, cuyo Comité Ejecutivo Nacional (CEN) presidía Mario Delgado Carrillo. En septiembre de 2021, en el Día de la Mujer Indígena, la gobernante anunció que la estatua de bronce de Cristóbal Colón previamente retirada (en octubre de 2020, cuando era blanco de los ataques de los manifestantes contrarios a la conmemoración del Descubrimiento de América) de una céntrica glorieta en la avenida Paseo de la Reforma no sería repuesta y que en su lugar se colocaría la estatua de una mujer olmeca para reconocer el legado de los pueblos indígenas.
El 12 de junio de 2023, sin sorprender a nadie, Sheinbaum solicitó al Congreso de la CDMX su baja como jefa de Gobierno para participar en la encuesta convocada por el Consejo Nacional de su partido para definir el candidato presidencial de 2024. La renuncia fue efectiva cuatro días después, momento en que Martí Batres Guadarrama, el secretario de Gobierno desde 2021, tomó las riendas del Ejecutivo de la Ciudad. "Quiero informar que he tomado la decisión de separarme del cargo de forma definitiva con el fin de llegar a ser la primera mujer en la historia de México en encabezar los destinos de la nación, y de dar continuidad con sello propio a la gran obra de transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (…) Tomo esta decisión porque considero que soy la única persona que estará en la encuesta que proviene de una carrera científica y que al mismo tiempo ha participado en la lucha por los derechos del pueblo de México, la democracia, las libertades, la justicia social y ambiental, los derechos de las mujeres desde que tenía 15 años", dijo la dirigente en su alocución.
La encuesta del MORENA, consistente en un cuestionario abierto a todos los electores mexicanos, se efectuó entre el 19 de junio y el 27 de agosto, y a la misma se presentaron, además de Sheinbaum, otros tres militantes del MORENA: Marcelo Ebrard, peso pesado del partido, anterior jefe de Gobierno del DF y hasta el 12 de junio secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno nacional; el secretario de Gobernación hasta el 16 de junio, Adán Augusto López; y el senador Ricardo Monreal Ávila. También se apuntaron al proceso otros dos senadores de formaciones aliadas al MORENA, Manuel Velasco Coello por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Gerardo Fernández Noroña por el Partido del Trabajo (PT).
Los resultados de la en realidad quíntuple encuesta, la oficial propia más cuatro "sondeos espejo" elaborados por empresas privada de demoscopia, fueron dados a conocer el 6 de septiembre. Refrendando su condición de favorita, Sheinbaum se impuso en las cinco encuestas con un resultado medio del 39,4%. Segundo fue, con el 25,8%, Ebrard, quien denunció airado graves irregularidades y acentuó su postura discordante con la dirigencia del partido. Los otros cuatro precandidatos perdedores se apresuraron a dar su apoyo a la vencedora.
El 7 de septiembre, en el exterior de un restaurante en el Centro Histórico de la CDMX, un complacido López Obrador le hizo entrega a Sheinbaum del Bastón de Mando del MORENA, simbolizando así el relevo en el liderazgo del partido, al margen de que Mario Delgado siguiera siendo el presidente del CEN y la senadora Citlalli Hernández la secretaria general. La candidata presidencial y coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación afirmó entonces que: "Jamás voy a mentir, jamás voy a robar y jamás voy a traicionar al pueblo de México (…) México está listo para una presidenta, para una astronauta, para una ingeniera. Las mujeres mexicanas estamos listas desde hace mucho tiempo".
El último acto relevante antes del arranque de la campaña proselitista del oficialismo para las elecciones de 2024 fue el registro el 19 de noviembre de 2023, en el World Trade Centrer de la CDMX y solo dos días después de anunciar ella su boda, tras varios años de noviazgo, con el analista financiero de Banxico Jesús María Tarriba Unger, de Claudia Sheinbaum como la candidata única de la coalición MORENA-PVEM-PT, denominada Sigamos Haciendo Historia. La alianza prolongaba el tripartito izquierdista formado para las elecciones de 2021, de nombre Juntos Hacemos Historia, y evocaba la plataforma que en 2018 había conducido a Sheinbaum y a López Obrador a sus respectivas plazas de poder, Juntos Haremos Historia. En su discurso de aceptación, la ex jefa de Gobierno aseguró: "Tengan la certeza que voy a estar a la altura de las circunstancias, que vamos a caminar juntos y juntas en unidad y que jamás, jamás traicionaré el anhelo del pueblo de México". Para entonces, ella ya contaba con el pleno apoyo de Marcelo Ebrard, quien había optado por pasar página a su enfado de perdedor de la encuesta del verano.
En la cita con las urnas del 2 de junio de 2024 la postulante de MORENA iba a medirse únicamente con dos contrincantes. De ellos, la más potente con diferencia era la ex senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata conjunta del PAN, el PRI y el PRD —triple entente anti-AMLO inimaginable hasta hacía pocos años y que adoptó el lema de Fuerza y Corazón por México—, figura independiente aunque vinculada al primer partido y quien dirigiera la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas con el presidente (2000-2006) Vicente Fox. La hidalguense Gálvez, con ancestros indios otomíes, estaba más que en condiciones de regatearle a Sheinbaum, de raíces europeas, el discurso reivindicador de los pueblos originarios. Además, su perfil profesional, de ingeniera computacional, permitía restar relevancia a la condición de científica que tanto enfatizaba la candidata del MORENA. El tercer aspirante a la Presidencia era el diputado zacatecano Jorge Álvarez Máynez, del centroizquierdista Movimiento Ciudadano.
(Cobertura informativa hasta 1/3/2024)
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