Los derechos humanos como medio para promover la igualdad e integrar la diferencia: enseñanzas de las ciudades de los Estados Unidos
En los Estados Unidos, los derechos humanos siguen siendo objeto de controversia como marco de gobernanza. A pesar de que los defensores de la justicia social y los movimientos de base recurren cada vez más a los principios de derechos humanos a la hora de plantear demandas, es poco frecuente que en las legislaciones nacionales o en las locales aparezcan de forma explícita estas normas. La dinámica está cambiando y diversos movimientos sociales han estado promoviendo los derechos humanos en los últimos años. Por ejemplo, el movimiento Movement for Black Lives [Las Vidas Negras Importan] se basa idea de que la liberación solo es posible si tiene en cuenta por encima de todo a los más marginados y se prioriza «la plena humanidad y dignidad de todas las personas». El eje que vertebra esta plataforma son las demandas de una mayor justicia económica, y control y participación de las comunidades. Las marchas de mujeres que tuvieron lugar en todo el país tras las elecciones presidenciales de 2016 también se asientan firmemente sobre la idea de los derechos de la mujer como derechos humanos con el objetivo explícito de «crear una sociedad en la que las mujeres, incluidas las mujeres negras, indígenas, pobres, discapacitadas, judías, musulmanas, latinas, asiáticas y de las Islas del Pacífico, lesbianas, bisexuales, queer y transexuales, sean libres y capaces de sustentar a sus familias, independientemente de cómo estas se configuren, en ambientes seguros y saludables, y sin obstáculos estructurales».